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El sistema de riego que tomará datos a pie del viñedo para reducir un 20 % el uso del agua

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

ALBERTO LÓPEZ

El Campus Terra pone en marcha un nuevo proyecto de investigación que diseñará una nueva herramienta para la gestión de los recursos hídricos en la vid

15 nov 2024 . Actualizado a las 14:30 h.

El agua se está convirtiendo en un bien muy preciado, sobre todo en el sector de la agricultura. Por eso son cada vez más los proyectos de investigación que buscan reducir el consumo hídrico. En el Campus Terra, de la Universidad de Santiago, llevan ya un tiempo trabajando con el riego y el viñedo. Ahora, han decidido poner en marcha un nuevo proyecto que busca aportar soluciones innovadoras al sector vitivinícola mediante el desarrollo de una herramienta de riego que integre datos a pie de parcela.

Prerivid es el nombre de este proyecto, coordinado por el centro lucense. Sus promotores explican que, actualmente, existen diversas herramientas para la programación del riego, pero que todas presentan limitaciones, pues o no tienen en cuenta los parámetros relevante para estimar las necesidades de agua; o bien utilizan datos medios que no reflejan la situación real de viñedos con necesidad de riego. Es en este contexto en el que surge esta nueva investigación, en la que participan profesionales de la viticultura, la tecnología y la investigación. Su trabajo se desarrollará durante los próximos cuatro años, para lo que cuentan con una subvención de más de medio millón de euros cofinanciados al 80 % por fondos FEADER.

«España é o primeiro país do mundo en canto a extensión de viñedo, con 955.000 hectáreas, que supoñen o 28,9 % da superficie da Unión Europea e o 13 % do total mundial», recuerda Javier Cancela, profesor de la Escola Politécnica Superior de Enxeñaría del Campus de Lugo. Además, añade, la actividad vitivinícola supone el 2,2 % del PIB, «polo que é un sector de extraordinaria relevancia». Sin embargo, el cambio climático supone una seria amenaza para este sector porque el aumento de temperaturas y el descenso en las precipitaciones ponen en riesgo la producción de uva, causando daños en los cultivos, alterando la fecha de maduración y limitando la disponibilidad de agua.

«O reto de xestionar de forma eficiente uns recursos hídricos cada vez máis escasos esixe estimar as necesidades de auga do viñedo con precisión», explica Cancela. Por eso el proyecto busca desarrollar una herramienta de gestión del riego de precisión que integre datos medidos a pie de parcela. Esta recogerá información relacionada con la planta, el suelo y la meteorología, que se unirá con la relativa a la climatología global y a las necesidades de riego de todo el año, así como a la información sobre las prácticas agrarias que tienen un impacto en el consumo de agua. Con ello se espera conseguir un ahorro de entre el 15 y el 20 % de los recursos hídricos.

Diversas fases

El proyecto se llevará a cabo en diversas fases, comenzando por instalar el equipamiento para la medida de datos meteorológicos y de humedad en el suelo. Esta información, junto con la predicción meteorológica obtenida para la localización de la parcela experimental, permitirá estimar las necesidades de agua a siete días de cada finca, en función de su ubicación, la variedad de uva, la configuración del viñedo, el tipo de suelo, el sistema de riego y el momento el año en el que se encuentre. Conociendo estas necesidades de agua, se pondrá a punto la herramienta de gestión del riego.

En una segunda etapa, se evaluará el uso de prácticas agrícolas que contribuyan a reducir el uso de agua en el viñedo, como son las aplicaciones de caolín y el uso de cubiertas vegetales. Esto permitirá hacer recomendaciones concretas sobre el momento de implementación y la necesidad de estas actividades. También se evaluará el uso de técnicas digitales que permitan tomar datos sobre el estado de salud del viñedo utilizando los mínimos recursos humanos. Posteriormente, se analizará el efecto del tratamiento de riego y las prácticas agrícolas en la calidad del mosto obtenido. Para esto se estudiarán parámetros fisicoquímicos y compuestos claves que ayuden a determinar la calidad de la uva y del vino. Por último, se evaluará el impacto económico de esta herramienta de gestión del riego en el viñedo, incluyendo el gasto que supone en materias primas, personal y energía.

Una iniciativa que se desarrollará en comunidades autónomas con distintos climas

La intención de los promotores de este proyecto de investigación es que sus resultados sean aplicables a todo el sector vitivinícola español. Por eso Prerivid se llevará a cabo en comunidades autónomas con diferentes climas, como pueden ser Galicia, la Comunidad Valenciana y Castilla y León. La iniciativa se enmarca en el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) y está financiado en un 80 % por el Fondo Europeo Agrícola de Desenvolvemento Rural y en un 20 % por el Ministerio de Agricultura. La dirección xeral de Desenvolvemento Rural, Innovación e Formación Agroalimentaria es la autoridad encargada de la aplicación de estas ayudas.

Para llevar a cabo este programa se creó un equipo multidisciplinar que está coordinado por la Fundación Empresa Universidade Galega y en el que también participa como socio la Universidade de Santiago de Compostela, a través del Grupo de Proxectos e Planificación da Escola Politécnica de Lugo. Cuentan con la colaboración de las bodegas Quinta Couselo, Quinta Sardonia y Enguera y de la compañía tecnológica Monet. Por último, también participan el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), a través del grupo de viticultura; el Centro sobre Investigaciones sobre Desertificaciones-CID, a través del grupo Agua y Cultivos; y el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Quinta Sardonia, del Grupo Terras Gauda, es una de las participantes

Quinta Sardonia, bodega del Grupo Terras Gauda, es una de las participantes en este proyecto, cuyo objetivo principal es desarrollar un sistema que integre datos meteorológicos, características del suelo y necesidades hídricas de las plantas para predecir las demandas de riego en períodos de siete días, logrando así un ahorro estimado de entre el 15% y el 20% de agua.

Desde el Grupo Terras Gauda explican que la participación de Quinta Sardonia en este proyecto encaja a la perfección con los exigentes principios de la biodinámica que siguen en la bodega, situada en el Valle del Duero. En la viña, el objetivo es lograr un equilibrio entre el suelo, el clima, la cepa y el entorno. Para ello, se abona con compost de elaboración propia, se mantiene la cubierta vegetal y se favorece la biodiversidad de microorganismos, entre otras prácticas sostenibles.