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Los ingenieros agrónomos reivindican su papel en la digitalización del sector agrícola

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Cedida

Consideran imprescindible que las pequeñas y medianas explotaciones cuenten con su asesoramiento a la hora de seleccionar e incorporar las nuevas tecnologías

29 nov 2024 . Actualizado a las 12:23 h.

La figura del ingeniero agrónomo debería ser imprescindible también en las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas. Porque estos profesionales juegan un papel fundamental a la hora de ayudar al agricultor en la toma de decisiones y, sobre todo, a la hora de incorporar nuevas tecnologías, tal y como quedo claro durante uno de los foros organizados en la feria Expo Agrotech, que se está celebrando en Málaga. «Esta es una profesión sin paro y hacen falta muchos ingenieros agrónomos porque el sector se está profesionalizando mucho», explicó Diego Díaz de la Serna, secretario técnico del colegio oficial de ingenieros agrónomos de Andalucía.

Díaz de la Serna invitó a los profesionales del campo a incorporar a un profesional cualificado a sus explotaciones. «Las grandes explotaciones ya tienen acceso a esto técnicos porque los contratan, pero si los pequeños hacen lo mismo van a ver la diferencia», añadió. «Los ingenieros agrónomos estamos para ayudar a as empresas a que cumplan sus objetivos, como tener una producción más abundante o de calidad», aseguró Mercedes Iborra, cofundadora de VisualNacert. En su opinión, estos profesionales deben estar al día de cuáles son los avances tecnológicos que van a llegar «porque un ingeniero agrónomo sin tecnología no puede subsistir».

Para Simó Alegre, director de desarrollo en el Instituto de Investigación y Tecnología Agraria de Cataluña (Irta), hay varios tipos de ingenieros agrónomos: están los que desarrollan tecnologías, porque se dedican a la investigación; los que adaptan esas tecnologías a las necesidades de determinadas explotaciones y explican sus aplicaciones; y los que informan y asesoran a las explotaciones, «porque su deber es conocer todas las tecnologías que hay en el mercado». 

Precisamente ayudar al agricultor a incorporar los avances tecnológicos a sus explotaciones debe ser la misión de estos profesionales, añadió Luis Carlos Brox director técnico de Agrobox. «Los técnico tenemos un papel clave para evitar que se abra una brecha entre los grandes productores, que tienen recursos, y los pequeños, a los que les cuesta implantar esas tecnologías», argumentó. «Actualmente se genera mucha información, pero ¿de qué forma se aproxima esta al pequeño y mediano agricultor? El ingeniero tiene que estar ahí para apoyarles e informarles», añadió Antonio Conde, que es agricultor e investigador en la Universidad de Córdoba

VisualNacert lleva más de diez años desarrollando soluciones tecnológicas para las empresas agrícolas y considera que parte de su responsabilidad «es que esa información que se necesita para la toma de decisiones llegue de forma lo más sencilla posible al agricultor». Y añadió que este no debe tenerle miedo «a la tecnología, que está para ayudarle, aunque tenga que dedicarle un poco de tiempo a aprender». Brox, por su parte, insistió en que estos técnicos tienen la misión de «filtrar entre la abrumadora cantidad de soluciones tecnológicas que hay, aquellas que mejoren se adapten a las necesidades del agricultor y ayudarle a elegir su hoja de ruta sin olvidarse de que las explotaciones tienen que ser rentables».

«La figura del ingeniero debe tener muy claro cual es la oferta tecnológica actual, cuál es el grado de coste de esa tecnología y hacer una recomendación sobre cuál es la que mejor se adapta a la explotación. Las grandes empresas lo tienen cubierto, pero en las pequeñas y medianas es fundamental esa figura del ingeniero para que conozcan las tecnologías y pueda hacer recomendaciones al uso», añadió Alegre. 

«Lo importante no es lo que cuesta la tecnología, es lo que nos puede costar no usarla», insistió Iborra, quien destacó los múltiples beneficios que puede tener su uso. Partiendo de la base de que la tecnología es imprescindible hoy en día, «el ingeniero agrónomo es el que está más cualificado para saber dónde se debe poner el esfuerzo tecnológico», concluyó Simón.