Ribeira Sacra estrena la nueva añada con godellos y deja para más adelante los tintos
AGRICULTURA
Los vinos del 2024 que saldrán al mercado antes de las fiestas navideñas serán mayoritariamente blancos
04 dic 2024 . Actualizado a las 09:17 h.Ribeira Sacra se dispone a estrenar la última cosecha. Y lo hará, como cabía esperar, mayoritariamente con vinos blancos. Más que con la enología, el orden de prioridades para la puesta de largo de la nueva añada tiene que ver con las leyes del mercado. Son pocas las bodegas que comercializaron a estas alturas toda la producción de tinto del 2023, pero de godello hace tiempo que no quedan existencias. Se ha convertido en la variedad de moda y va camino de desplazar paulatinamente a la mencía en muchas viñas donde se impone la reconversión.
Los primeros godellos del 2024 pasaron el examen del panel de cata al que le corresponde calificarlos para que puedan ser embotellados con la contraetiqueta de la denominación de origen. La analítica a la que se someten antes los vinos, por sí sola, no es suficiente. Para que puedan comercializarse con el sello de Ribeira Sacra deben cumplir patrones aromáticos y gustativos que no se miden en el laboratorio. La cosecha se presenta prometedora, pero en los tintos aún habrá que esperar para comprobarlo.
El panorama era muy diferente del actual en diciembre del 2010, cuando un buen número de bodegas de Ribeira Sacra embotellaban a toda prisa vino tinto con vistas al mercado navideño después de quedarse sin una sola caja. Entre ellas estaba Rectoral de Amandi, la de mayor producción en la denominación de origen, que la pasada vendimia dejó de recoger la uva a la inmensa mayoría de sus proveedores. Solo algunas pequeñas bodegas familiares, con volúmenes también muy reducidos, tienen previsto sacar mencías del 2024 antes de Navidades.
Incremento gradual
En la campaña del 2023 la producción de uva blanca en Ribeira Sacra fue del 13% el total. En la pasada campaña se incrementó hasta alcanzar el 18%. Expertos como Alfonso Losada, durante años jefe del área de enología del centro de investigación de la Xunta en Leiro, consideran que ese porcentaje no debería bajar del 20% y que podría ampliarse incluso injertando más cepas tintas con variedades blancas sobre la base de «estudios técnicos realizados por especialistas del consejo regulador».
En su cuenta de Facebook, Losada dio a conocer su particular decálogo para adaptar la denominación a la realidad del mercado. Entre otras medidas, aboga por la prohibición cautelar de nuevas plantaciones, la reducción de rendimientos de uva por hectárea y la creación de un segundo comité de cata que realizaría un seguimiento de la calidad de los vinos con posterioridad a su salida al mercado.
Adega Vella, habitualmente una de las primeras bodegas en embotellar los vinos de la cosecha más reciente, comercializará godello del 2024 en la próxima campaña navideña. Aunque elabora un volumen significativo, hace tiempo que agotó la producción de la añada anterior. El bodeguero, Jorge Feijoo, cree pese a todo que no se debería perder el norte al incrementar la producción de blanco. «Hai terreos máis sombríos que son tamén máis axeitados para o branco, pero debemos ter presente que Ribeira Sacra é maioritariamente terra de tintos», opina.
Los problemas derivados del parón de ventas que motivó la pandemia, a su juicio, harán necesaria a corto plazo una mayor regulación productiva. «O potencial para facer grandes viños —explica— é incrible. Nolo está a dicir a crítica e temos que crelo dunha vez por todas. A clave está en garantir a rendibilidade no viñedo. Hai viticultores que non a vén e empezan a quedar fincas abandonadas».
Toca reinventarse
Alfonso Losada incide en sus propuestas en la necesidad de una «reinvención» de los vinos de Ribeira Sacra, mediante la diversificación de la oferta con espumosos, rosados e incluso elaboraciones sin alcohol. Por su parte, el enólogo Ignacio Orriols, antiguo director de la Estación de Enoloxía e Viticultura de Galicia, apunta a otro frente que se estaría descuidando. «No sé por qué no hay bodegas que aprovechen más el tirón del vino nuevo, un tipo de vinos que son muy gastronómicos y que tendrían demanda en el mercado», sugiere Orriols.
Tanto el Ayuntamiento de Monforte como el Centro do Viño da Ribeira Sacra trataron en si día de sacar adelante una fiesta del vino nuevo que reuniese a bodegas de la denominación de origen, pero la idea no acabó de cuajar y el proyecto se aparcó sin que tuviese el tiempo necesario para consolidarse.
Desde la óptica del actual consejo regulador, por el contrario, la puesta al día que precisa Ribeira Sacra pasa por un mayor peso de los vinos de gama más alta en el conjunto de la producción. Los únicos, según su criterio, que pueden generar márgenes acordes con la continuidad de una viticultura especialmente costosa. Las altas puntuaciones concedidas por la crítica internacional a vinos de la denominación avalarían une planteamiento que también tiene detractores. Para ellos solo hay un crítico fiable y es lo que dice el mercado.