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Galicia confía en plantar ahora una cosecha que va con retraso por las lluvias

M. Alfonso / M. Rodríguez / R. García REDACCIÓN

AGRICULTURA

En Cabana, algunos campos permanecían ayer anegados por las recientes lluvias
En Cabana, algunos campos permanecían ayer anegados por las recientes lluvias ANA GARCÍA

Fincas impracticables y cultivos inundados vuelven a ser la tónica tras un invierno y un inicio de primavera en los que volvió a haber demasiada agua

26 mar 2025 . Actualizado a las 12:15 h.

«É que nos van a saír escamas», bromea María Carramal, una agricultora en ecológico de la comarca de O Salnés sobre las lluvias que han caído durante el invierno y el inicio de la primavera. Porque, una vez más, las condiciones meteorológicas han provocado que la cosecha gallega de huerta, sobre todo la que se cultiva al aire libre, vaya con retraso. En esa zona, pero también en las comarcas de Deza y A Terra Chá. Lo mismo sucede con las siembras de maíz de las explotaciones lecheras. Agricultores y ganaderos confían en que el agua les conceda ahora una tregua y puedan llevar a cabo todos esos trabajos que han quedado paralizados.

«Ata agora non se puido facer nada», añade Carramal, que aprovechó el buen tiempo de ayer para empezar a preparar sus fincas. «Os chícharos e as cebolas que plantamos en xaneiro encolleron en vez de medrar», añade. Y, mientras los invernaderos están todos plantados, y en su interior la cosecha avanza correctamente porque tampoco ha hecho demasiado frío, en el exterior no ha habido forma de acceder a las fincas. «Esta semana e a que ven, que dan bo, haberá que apurar. Outros anos xa tiñamos leitugas e chícharos neste tempo», añade.

La situación no es muy diferente en otras zonas de Galicia. En la Costa da Morte, los ganaderos están notando las consecuencias de las lluvias, aunque por el momento no hay una preocupación alarmante. Desde la granja láctea Devesa, en Langueirón, Ponteceso, comentan que aún no han podido mover la tierra porque «hai moita auga e non se dá entrado coa maquinaria», explica su copropietario, Xusto Sánchez. Recuerda años en los que el 31 de marzo ya tenían todos los terrenos sembrados de maíz. También se retrasa el ensilado de la hierba: «Non veu o sol para que crecera», apunta. Por todo ello, dice llevar un mes de retraso en los trabajos en el campo: «Agora, ata finais de abril, nada». Con todo, considera que si el verano es favorable, la suma total de la cosecha será buena. Recuerda cómo el año pasado, por estas fechas, también hubo problemas a causa de las precipitaciones tanto para sembrar como para ensilar.

Desde otras explotaciones como la de Os Loureiros, en Salto, Vimianzo; o Casa Dego, en Olveiroa, Dumbría, dicen ir más o menos sobre las fechas previstas. Tino Pose señala desde las instalaciones de Soneira que las lluvias han afectado sobre todo a las fincas más pantanosas, aunque procuran tener un drenaje eficiente. «Neste momento do ano, a herba aínda ten que pegar o último estirón. Dános a vida que aínda non estamos traballando o cultivo», explicó. Abril es su mes. Aunque las precipitaciones están siendo intensas, él tampoco se olvida de los estragos del pasado curso. Y en Casa Dego señalan que «a herba aínda non está para ensilar. A mediados de abril empezaremos a preparar a terra».

En Deza, la primavera lleva un atraso de unos 15 o 20 días. A estas alturas se estarían fertilizando los campos y no es posible por estar las fincas anegadas. Otras estarían con la primera corta de ensilado, pero tendrán que esperar a que vengan unos 15 días de sol para que seque todo. La hierba, en muchos casos, no ha crecido lo que debería por el frío.

Más optimistas se muestran en el sector del vino, donde las plantaciones no han comenzado a brotar. Las lluvias «van permitir que a planta teña reservas para cando comece a brotación», explica Jorge Mazaira, director técnico del consello regulador de Valdeorras. Además, las condiciones meteorológicas tampoco han provocado un adelanto en la brotación del viñedo, lo que ayudará a evitar heladas tardías. «Hai fincas que están embarradas e nas que non se pode plantar, pero a previsión é que a viña comece a brotar a finais de marzo principios de abril, o que é normal», concluye.