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Oportunidad para mejorar la gestión del castaño en Galicia: «Trátase de profesionalizar o sector»

FORESTAL

Castaños en el municipio de Carballo.
Castaños en el municipio de Carballo. ANA GARCÍA

Medio Rural confía en su línea de ayudas para potenciar el aprovechamiento de los soutos

07 dic 2023 . Actualizado a las 19:53 h.

La Xunta aprobó recientemente líneas de ayuda para mejorar la producción de los soutos. El fomento de la plantación de castaños y la recuperación de bosques tradicionales, valiosos por la madera y por el fruto, son los propósitos que se espera conseguir. Para la Consellería do Medio Rural, se trata de una iniciativa que puede contribuir a una mejor gestión.

Desde los puntos de vista del sector privado y de la investigación, la propuesta es bien vista, aunque se incide en que el rendimiento del castaño en el sector forestal gallego no está a la altura del de otros lugares de Europa. Por un lado, la Xunta ha consignado 3,5 millones de euros para la primera convocatoria, financiada con fondos del programa Next Generation EU.

Por otro, el programa estratégico del castaño aprobado por el gobierno gallego prevé que hasta el 2025 se planten 16.000 nuevas hectáreas y se recuperen 8.000. No obstante, el director xeral de Planificación e Ordenación Forestal, José Luis Chan, considera que lo importante, más allá del aumento de cifras, es la mejora de la gestión.

«Trátase de profesionalizar o sector», dice Chan. Lo que así se pretende conseguir es avanzar en la lucha contra plagas o en la introducción de sistemas de riego que ayuden a los árboles a soportar mejor las complicaciones del cambio climático. El tiempo de principios del otoño, muy caluroso tras algunas lluvias, influyó de manera negativa en la producción de castañas de este año. La situación no supone una novedad, aunque Chan advierte de que el sector de la castaña, más cercano en realidad a la agricultura que al forestal, debe actualizarse también: «Hai mercado para a castaña, pero hai que apostar por variedades con demanda», afirmó en días pasados.

Zonas poco pobladas

La recolección de castañas solía ser una actividad complementaria para familias de muchas zonas del interior de Galicia, sobre todo de Lugo y de Ourense, que en las últimas décadas se han visto afectadas por una fuerte pérdida de población. A ese aspecto se refirió el citado director xeral, vinculando una mejor gestión del terreno con la realidad actual, en la que los dueños ya no siempre viven cerca de sus propiedades. «Canto máis se profesionalice a xestión, menos necesidade haberá de presenza diaria», subrayó.

Aunque en las previsiones de la Consellería do Medio Rural para próximos años se recoge la extensión de la superficie de castaño, Chan sostiene que «cómpre ter planificación». Con esas palabras se refirió a la poca viabilidad de las parcelas de poca superficie, ya que tanto la limpieza del terreno como la recogida de la castaña son operaciones más bien difíciles. «O castiñeiro é unha árbore existente», apuntó.

Para la mejora de la gestión se ha pensado precisamente en fomentar las agrupaciones de propietarios. Esa medida, que Chan define como «xestión activa», tiene el apoyo de la Xunta, que ya anunció que aportaría fondos a propietarios que se agrupen para el cuidado y para el mantenimiento de sus terrenos, con opción para elegir entre diversas formas jurídicas.

Más madera de calidad

Manuel Marey, catedrático de la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo (USC), recalcó que era interesante el apoyo a los sectores productivos. Para el docente del Campus Terra, las posibilidades que podría ofrecer el castaño, tanto por su aprovechamiento en madera como por las salidas de las castañas en alimentación, chocan en los últimos años con los problemas causados por la avispilla, por el chancro o por la tinta.

Por otro lado, la abundancia de castaños en bosques de Galicia no se traduce automáticamente en abundancia de madera de calidad en la industria. Así, Carmen Gayoso, empresaria del sector forestal de Vilalba, admite que la madera disponible para su transformación debe alcanzar unos niveles mínimos con los que pueda fabricarse lo que el mercado demanda (tablones o vigas, por ejemplo).

«Hace falta más madera de calidad», dice. Lo relevante, opina, es que la madera cumpla los estándares de calidad que el mercado demanda. Para ello, agrega, sería también necesaria una tradición de silvicultura que generalice podas y otros cuidados. Por ahora, eso sí, el abastecimiento a la industria se mantiene estable, aunque a veces llega madera de castaño que procede de Francia y que ha recibido unos mayores cuidados.

Un coste por plantación que resulta superior al de otros árboles

El coste de plantación de una hectárea de castaño es muy superior, por ejemplo, al de una hectárea de pino. Cada planta puede costar en torno a cinco euros, diez veces más que el de una de pino (0,50). A ese detalle se le unen otros, como la necesidad de colocar alguna protección (una malla, por ejemplo) que salve a la planta de los daños de la fauna salvaje. Así las cosas, no es exagerado cifrar en 3.500 euros el coste de plantación por hectárea. Por otro lado, la recolección de castaña todavía está poco mecanizada y necesita mano de obra. Las cuestiones relacionadas con el castaño centraron este año las Xornadas Luis Asorey, organizadas en Lugo por la Real Academia Galega de Ciencias.