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El Inventario Forestal Continuo contribuiría a revalorizar los créditos de carbono del monte

María Cedrón REDACCIÓN

FORESTAL

Pablo Ayerbe | EFE

El investigador de la USC, César Pérez, apunta que «a menor incertidumbre, más valor tendrán»

16 ene 2024 . Actualizado a las 09:44 h.

El carbono está por todas partes. En las hojas, en los troncos caídos donde se acumula la biodiversidad, en los muebles de madera que decoran las casas, en la bioenergía, en los árboles... Pero entender cómo funciona el mercado de créditos de carbono o cómo cotizan esas toneladas de carbono retenidas por los árboles no es fácil de entender al tratarse de algo mucho más abstracto que la madera que produce cada especie. El proyecto de Real Decreto por el que se regula el Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (FES-CO2) que el Ministerio de Transición Ecológica expuso a finales del año pasado para reemplazar al actual Real Decreto 163/2014 marca en principio un precio fijo por tonelada para los créditos, convirtiéndolos en un activo del Estado. Cómo funcionará el mercado que prevé diseñar la Xunta en caso de aprobarse el decreto que ha empezado a tramitar todavía no se sabe. Pero lo que se conoce, como explica el investigador Ramón y Cajal en la Escola Politécnica Superior de Enxeñaría del Campus Terra de Lugo, César Pérez Cruzado, es que en un mercado libre la incertidumbre es uno de los condicionantes que influyen directamente en la cotización. «A menos incertidumbre, más valor tendrán los créditos», apunta. De ahí que el hecho de contar con un Inventario Forestal Continúo jugaría a favor de los propietarios del monte porque revalorizaría el precio de esos créditos. La razón es que ese sistema de información, que se va actualizando de forma continuada, proporciona estimaciones más ajustadas a la realidad que las que cuentan los inventarios forestales realizados a nivel estatal. De hecho, son esos datos los que aportan más seguridad a la hora de saber cuánta superficie hay de cada especie en el monte gallego y los valores de acumulación de carbono por especie. Porque no todas retienen lo mismo. 

Pero es que además, como explica este investigador, también permite saber con mayor certidumbre el grado de adicionalidad aportada: «El inventario forestal continuo ayudará a determinar la línea base de la que se parte para calcular cuánto carbono retienen de modo adicional esos proyectos que se llevarán a cabo en el marco de los mecanismos que se desarrollarán en base al nuevo decreto de la Xunta. Cada nuevo proyecto que se implemente requerirá hacer una medición, seguimiento y verificación del carbono retenido. El inventario permite saber lo que se captura de forma natural en terrenos forestales donde no se ha actuado y compararlo con aquellos donde se está actuando para aportar más objetividad a la estimación de esa retención», dice el investigador del Campus Terra. 

De todas formas, advierte de que aunque los bosques tienen un gran potencial en la retención de carbono, sobre todo cuando están bien gestionados o producen madera para usar en objetos de larga vida o uso bioenergético, no se puede pensar que vayan a solucionar ellos solos el problema de las emisiones. «Los bosques tienen un alto potencial para capturar y retener CO2, pero resulta irreal pensar que ellos solos van a solucionar el problema. Otros sectores que son emisores netos de CO2 tienen que reducirlas», dice. Como ejemplo habla de usar cultivos leñosos en la agricultura o elegir productos agrícolas de cercanía para evitar las emisiones que produce el transporte desde terceros países, y reducir emisiones en el ámbito de la energía y de la movilidad de las personas.