El certamen anual, celebrado ayer, tuvo buenas ventas, con unos precios similares a los registrados el año pasado
23 dic 2019 . Actualizado a las 10:07 h.El capón es el rey de las mesas navideñas, y en Vilalba se le coloca la corona para que presida las mesas navideñas. En la feria anual de Vilalba, celebrada ayer, hubo buenas ventas de aves y unos precios similares a los registrados el año pasado. Aunque el día se presentó desapacible, la carpa colocada en la plaza de la Constitución evitó sobresaltos.
Las ventas comenzaron con gran rapidez. Por ejemplo, la criadora Aurora Lozano, de la parroquia de Oleiros, reconocía sobre las once de la mañana, apenas media hora después del inicio de la feria, que estaba teniendo gran cantidad de compradores. Una impresión similar mostraba, ya al final de la feria, la criadora Oliva Souto, de la parroquia de Goiriz: «Foi unha feira moi boa», dijo, satisfecha por las ventas. También el secretario de la asociación de criadores, Gonzalo Hermida, opinaba que la feria había tenido un buen resultado.
Al certamen se presentaron unas 400 aves, alrededor de la cuarta parte de las criadas. Los encargos y el interés por consumirlo ya antes de Navidad, introduciendo el producto en la oferta de los restaurantes, explican esa situación, habitual ya en los últimos años. Así pues, la simbólIca coronación del rey capón se repitió ayer en Vilalba y su condición se hará notar en estas fiestas navideñas.
Premios a varios criadores y degustación de diversos productos
La organización de la feria, asumida por el Concello y por el colectivo de criadores con apoyo de la Diputación, entregó varios premios en el certamen de ayer. Aurora Lozano (Oleiros) recibió el de mejor criadora, en tanto que Oliva Souto (Goiriz) se llevó el de mayor número de capones presentados. Hubo además otros dos galardones: el de mejor criador novel fue para Jesús Cazón (Sancovade), y de mejor par, para Lucía Freire (Santaballa).
Por otro lado, el programa de ayer tuvo también otros alicientes, como la degustación de capón y de otros productos, con lo que se intentó mantener la animación. También el propio desarrollo de la feria generó la animación peculiar del certamen, con precios que en algunos casos sobrepasaron los cien euros por unidad. La cotización no fue igual en todos los casos, pero sí una muestra del interés que despierta el capón de Vilalba, un año tras otro, cuando se acerca la Navidad.