La asociación de criadores de ovino y caprino de Galicia (Ovica) también lamenta la falta de apoyos que sufre el sector
12 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En el año 2017, la asociación de criadores de ovino y caprino de Galicia (Ovica) puso en marcha la marca de calidad Pastores de Galicia, para poder comercializar y poner en valor sus canales de carne. Sin embargo, según reconoce su presidente, Diego Fernández, la iniciativa no termina de arrancar. En parte, por las consecuencias de la crisis del coronavirus, pero también por una falta de respaldo económico por parte de la Administración. «Costa moito facerlle entender á xente que este é un produto diferente. E non temos respaldo ningún, nin técnico nin económico», argumenta.
La iniciativa nació con el objetivo de «garantir unha produción que ten moita calidade polo manexo que se fai dos animais», sostiene. Al principio tuvo cierto respaldo por parte de la Diputación de Lugo, que les permitió llevar a cabo algunas actividades promocionales. Pero, desde entonces, nada se ha hecho precisamente por esa falta de respaldo.
Fernández está de acuerdo con Alibés en la falta de ayudas que afecta al sector ovino y caprino gallego. «Somos a única asociación en Galicia que non ten ningún tipo de apoio, realmente parece que non temos relevancia ningunha», añade. Recuerda que en la comunidad existen actualmente cerca de 20.000 explotaciones, la mayoría, con menos de diez animales. «Meten no mesmo bote á xente profesional ca que non o é», lamenta. Y sostiene, también, que este podría ser un sector estratégico para la comunidad. «Somos a ovella negra, hai outros sectores coma o vacún ou o porcino que teñen moita máis presenza», afirma.
El presidente de Ovica asegura que en los últimos tiempos se están registrando nuevas incorporaciones, «en dous anos incorporouse moita xente nova pero son máis os que se retira ca os que se incorporan». Reconoce también que, al igual que sucede en todos los sectores ganaderos, hay muchas explotaciones que están cerrando. «É certo que cada vez hai menos explotacións, pero as que hai son máis grandes», sostiene.
La crisis del coronavirus está también afectando a las ventas de estos productos. «Esta é unha carne que está relacionada coas festas e tanto a hostalería como as festas particulares están paradas, co que a vía de saída do cordeiro está pechada». Por suerte, no es este el momento del año en el que hay más producción, de ahí que la mayoría de ganaderías esté capeando el temporal. «Esperemos que a partir de maio, que é cando se programan os partos, a situación se estabilice e empecen a abrir os mercados un pouco», concluye.