Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día
Patrocinado porPatrocinado por

Galicia espera una cosecha récord de maíz: hasta 50.000 kilos por hectárea

X.R. Alvite REDACCIÓN

GANADERÍA

A.L.

Galicia cultiva el 75 % del maíz forrajero estatal

06 sep 2021 . Actualizado a las 22:41 h.

En menos de un mes arrancará en Galicia la campaña de ensilado del maíz, uno de los trabajos más importantes que se llevan a cabo en las explotaciones productoras de leche. De hecho, la gramínea se ha convertido en el principal alimento sobre el que se sustenta, a día de hoy, la alimentación de las vacas. Por eso, los productores no ocultan su satisfacción por una cosecha auguran excelente. De mantenerse el buen tiempo, dicen, la producción por hectárea en algunas zonas podría llegar a superar los 50.000 kilos.

 «Hai zonas cercanas á costa onde resultará relativamente sinxelo superar incluso as 5 toneladas por hectárea. Outro tanto sucede naquelas zonas más húmidas da comarca do Xallas ou no Deza», apunta Marcos García Vázquez, técnico de campo de la multinacional de semillas Dekalb, una de las más utilizadas en Galicia. A su juicio, la coseche de este año podría ser sensiblemente mejor que la del año pasado: «Os rendementos varían moito en función da zona, da época de sementeira ou de factores más concretos como un bo control das malas herbas ou o tempo no momento da polinización. Con todo, non sería desatinado falar de produccións medias para o conxunto de Galicia de uns 40.000 kilos por hectárea». 

Idéntica cantidad calculan desde Ganaderos de Mazaricos, entidad que aglutina a más de 250 granjas de este municipio, el epicentro del cinturón maicero galaico al concentrar algo más de 3.000 hectáreas sembradas este año. «De momento parece que vai moi ben. Haberá que esperar a ver como ven o tempo nas próximas dúas semanas para valorar máis polo miudo. Se a cousa se mantén fácilmente aumentaremos a producción do ano pasado entre un 15 e un 20%», apuntan desde la directiva. Ese es el porcentaje que barajan en la comarca del Deza, donde se espera que las producciones medias se muevan en una horquilla de entre las 35 a las 40 hectáreas. Durante los últimos años difícilmente alcanzaron las 30.

 Temor al jabalí

La climatología será una de las principales preocupaciones de los agricultores desde ahora y hasta que el maíz esté picado y guardado en los silos. La otra, el jabalí. Pues con la formación y maduración de la espiga se espera que los ataques de los mamíferos se intensifiquen durante las próximas semanas, circunstancia que puede echar a perder no pocas plantaciones. 

«Xa o millo ten que ser bo porque ten que dar para as vacas e para manter os xabarís», apunta Marcos Gandoi, socio de una explotación que este año sembró más de 50 hectáreas en la parroquia lucense de Santa Marta de Fixós. «Este ano é moi bo. A pranta está verde, ten moi boa altura e parece que tamén vai facer unha boa espiga. So esperamos que, tal e como sucediu outros anos, non veña o porco bravo e o leve todo por diante».

 Especial preocupación existe en comarcas como Ortegal, Ordes, Deza o Barcala donde los ataques de los jabalíes sobre las fincas de maíz ya se registraron desde el momento mismo de su siembra provocando incluso que muchos agricultores optaran por renunciar al aprovechamiento de algunas parcelas.  

Este año se sembraron en Galicia casi 70.000 hectáreas de maíz forrajero, lo que supone el 75% del total estatal. En este sentido, de cumplirse las previsiones, la cantidad de alimento que recogerán las granjas rondará los tres millones de toneladas que, en términos económicos _se calcula un valor medio de entre 4 y 5 céntimos por kilo en verde_ equivaldría a más de 110 millones de euros de desembolso si tuviese que ser sustituirlo por la compra de alimento fuera de la explotación. De hecho, ese gasto sería inasumible para la mayoría de granjas que se encuentran al límite de la rentabilidad debido al incremento experimentado por los costes de producción durante los últimos meses. A día de hoy, la alimentación de las granjas ya representa el 60% de los gastos totales de producción de un litro de leche.