La empresa atribuye los buenos números a su desempeño en el ámbito internacional, donde ya vende el 10 % de su producción
17 sep 2021 . Actualizado a las 09:21 h.El 2020 fue, en general, un año complicado para las empresas del sector de la alimentación, que vieron como el cierre de la hostelería tenía repercusiones en sus ventas. Sin embargo, Torre de Núñez logró aumentar su facturación en un 11,6 %, alcanzando una cifra de negocio de 30 millones de euros. La empresa atribuye estos buenos resultados al buen trabajo realizado en el ámbito internacional. Es allí donde comercializa el 10 % de su producción, estando presente en un total de 27 países de todo el planeta.
La clave para conseguir estas cifras, asegura Chema Santos, director comercial de la empresa, está «está en la venta basada en retail y tradicional. Tenemos pocos clientes de Horeca, por lo tanto, no nos repercutió el cierre de la hostelería demasiado y las ventas durante el confinamiento crecieron sobre todo en libre servicio». Otro de sus secretos es que «hemos tenido claro ciertas cosas, como no renunciar a la calidad ni a los orígenes, aunque hayamos crecido», aseguró José Manuel Núñez, director general de la compañía e hijo de los fundadores. De hecho, el pasado ejercicio, la producción de chorizo fue de 843.836 kilos. «Para nosotros, el chorizo está muy arraigado, todos los hemos consumido de una u otra manera», añadió.
La empresa lucense forma parte del Consorcio del Chorizo Español desde que se creó esta asociación en el año 2015. «A pesar de la juventud del consorcio, su presencia y desempeño son cada vez más conocidos en los diferentes mercados. La marca Spanish Chorizo supone un atributo añadido de calidad para nuestro producto que va más allá del propio origen», afirmó Mauro Lamela, director de exportación en la empresa. Considera, además, que «es importante que se sepa transmitir que el sello del consorcio no es solo un indicativo de la procedencia del chorizo, sino que implica unos exigentes estándares de calidad».
Torre de Núñez, con sede en Lugo, inició su actividad en los años 60 con la distribución de elaborados cárnicos por toda España para, en los años 80, comenzar con su expansión y crear una fábrica propia que cuenta con 12.000 metros cuadrados y está dotada de la última tecnología. Ese proceso de crecimiento ha continuado hasta la actualidad, culminando recientemente la inversión de una nueva instalación en el polígono de O Corgo que permite a la empresa contar con 120 trabajadores directos.
Los mercados exteriores
La empresa cuenta actualmente con una importante presencia en la Unión Europea, pues sus chorizos se venden en Francia, Alemania, Italia, Reino Unido o Bélgica, entre otros. En el resto del mundo sus principales mercados son Japón, Hong Kong, Panamá, Guatemala, Cuba, Venezuela y México. Entre los formatos de chorizo que más demanda los mercados exteriores están el sarta, el vela y los semicurados para cocinar. «Trabajamos en dos vertientes: ampliar mercados y reforzar posición de los existentes. Dentro de Latinoamérica ponemos el foco en países como Colombia, Brasil o Chile, en los que todavía no tenemos presencia. Para reforzar la posición de los existentes creemos que todavía tenemos amplio margen de mejora en mercados como México, Francia y Reino Unido, o bien en otros más pequeños, como Suiza y los países nórdicos», concluye Lamela.