A pesar de que en Galicia no se ha detectado ningún brote, en España se han confirmado 27 focos de esta enfermedad en explotaciones ganaderas, 18 de ellos en el municipio de Sevilla
11 mar 2022 . Actualizado a las 09:30 h.Un millón de aves, entre pavos, broilers, gallinas ponedoras y de engorde, han tenido que ser sacrificadas en España en poco más de un mes por causa de la gripe aviar. La enfermedad está haciendo daño, especialmente, en la comunidad de Andalucía, donde se han detectado hasta 24 brotes en otras tantas explotaciones profesionales. Mientras, sigue aumentando también el número de provincias españolas en las que el virus ha aparecido en aves silvestres. Hay 28 focos confirmados, los últimos, en Cádiz, Córdoba, Madrid, Cáceres y Badajoz.
Hasta principios de este año, España era un país libre de la gripe aviar. Pero desde que se detectó el primer foco en aves silvestres de Cataluña en enero de este año, la presencia de la enfermedad se ha ido extendiendo por todo el territorio. El pasado 18 de enero llegó también a las explotaciones avícolas profesionales, donde tiene más repercusión porque obliga a sacrificar a todo el censo de animales para evitar el contagio. Eso ha provocado que, a día de hoy, ya haya sido preciso matar a más de un millón de aves diferentes, el 60 % de ellas en la provincia de Sevilla.
El primer brote en una granja de pavos tuvo lugar en Segovia. Pero allí consiguieron controlar el foco y los 18.900 animales que tuvieron que sacrificar entonces fueron los únicos afectados por la enfermedad en esta provincia. El pasado 28 de enero, fue una explotación de pollos de Huelva la que se vio afectada y, una semana después, caía otra en la misma provincia, en el municipio de Niebla. Todavía hubo otros cuatro focos más, en explotaciones de Trigueros y Niebla. El balance final deja 158.950 animales sacrificados.
Íscar, en Valladolid, fue la siguiente localidad en detectar la enfermedad, en una granja en la que se criaban 130.000 pollos. Diez días después se confirmó la presencia del virus en otra explotación cercana, con 33.477 gallinas ponedoras. Por fortuna, el brote parece controlado y desde mediados de febrero no ha habido más casos.
Curiosamente Sevilla fue la última provincia en la que se detectaron los brotes, pero desde que se confirmó el primer positivo, el pasado 7 de febrero, los casos no han dejado de sucederse. Hay 18 explotaciones afectadas por la enfermedad, la mayoría, ubicadas en las localidades de Carmona y Gilena. Pero también hubo focos en granjas de El Viso de Alcor, Pedrera, Aguadulce, Osuna, El Rubio, Martín de la Jara, Estepa y Marchena. Los últimos positivos datan del pasado día 4, con lo que el brote podría no estar controlado todavía.
En todos los casos, la enfermedad fue detectada después de que los responsables de las explotaciones alertaran de que estaban registrando una elevada tasa de mortalidad entre sus animales. Fue el laboratorio de Algete, centro de referencia para esta enfermedad, el que confirmó todos los positivos. Esto llevó a poner en marcha un protocolo para evitar la dispersión del virus que, entre otras medidas, obliga a sacrificar a todo el censo de aves que reside en la explotación afectada. Hasta ahora, según los datos del Ministerio de Agricultura, 1.003.322 animales tuvieron que ser eliminados.
Galicia permanece, por ahora, ajena a esta enfermedad. A pesar del protocolo de vigilancia puesto en marcha por la Xunta, no se han detectado casos ni en aves silvestres, ni en aves de corral. Mientras, en el resto de España se siguen encontrando casos positivos entre las aves migratorias. Hasta ahora hay 28 brotes confirmados. Ávila es la provincia más afectada, con siete positivos. Le siguen Sevilla y Huelva, con tres focos, y Cádiz, Córdoba, Lérida, Madrid y Badajoz con dos brotes cada una. Además, hubo también un positivo en Cáceres. Salamanca, Valladolid, Palencia y Girona.