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Apicultura, la ganadería que engancha a cada vez más jóvenes al campo

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Incorporado hace 5 años, Johnny Pérez produce miel, caramelos y propóleo

10 abr 2022 . Actualizado a las 21:19 h.

Hay un tipo de ganadería con mucho futuro y que, además, no requiere la misma inversión inicial que la de una explotación de vacuno de leche o de carne. Es la apicultura, una actividad a la que Johnny Pérez Alonso, un joven de 27 años de San Cibrao das Viñas, se incorporó hace cinco años de modo profesional y que se ha convertido en su modo de vida. Porque Apícola Outeiro, su explotación, es una de las 4.932 granjas apícolas que hay registradas en Galicia y que, según los datos de la Consellería de Medio Rural, suman 218.730 colmenas, un 22 % más de las que había en el 2018.

Ese incremento camina en paralelo al aumento del número de explotaciones (hace cuatro años eran 4.231 las que estaban registradas) porque, como explica la veterinaria de la Agrupación Apícola de Galicia y presidenta de la IXP Mel de Galicia, Esther Ordóñez, «é un tipo de gandería que atrae a moita xente nova e onde está habendo moito relevo xeracional. Ademais, permite compatibilizala con outras actividades, o que lles vale para complementar a súa renda global. Hai xente que combina as abellas con árbores froiteiras como as maceiras para mellorar a polinización, por exemplo». Esther Ordóñez habla en general, pero da un dato de la IXP que corrobora que la apicultura es una actividad que atrae a cada vez más jóvenes: «Un 30 % dos envasadores que están en Mel de Galicia son mozos». La presidenta anima a valorizar este producto a través de la IXP y recuerda que Mel de Galicia representa el 57% de todas las mieles de calidad de España.

Adrián del Campo, un joven ingeniero forestal del concello ourensano de Maceda, es otro ejemplo. En el 2012 puso en marcha con otro compañero una pequeña explotación con unas 15 colmenas. Dos años más tarde, pidió una ayuda de incorporación al campo y aumentó el número de enjambres hasta los 150, «o mínimo para que che deran a axuda». Ese fue el punto de inicio de una explotación, Conde Santo, que ha llevado ya varios premios. Ahora Adrián la maneja en solitario, después de haber expandido sus colmenas. Y sus productos pueden adquirirse por Internet.

No solo de miel pueden vivir los que se dedican a cuidar abejas. De hecho, hay algunos emprendedores que han abierto las puertas a otros productos procedentes de las colmenas. Lo que ha hecho Johnny Pérez Alonso, por ejemplo, es diversificar la actividad, algo que recomienda Esther para poder obtener más beneficios compensando los momentos en los que las condiciones climáticas puedan mermar la cosecha de miel. «Conocía las abejas a través de mis padres, que tenían colmenas por hobby, pero llegó un momento en el que me planteé buscar un trabajo en el sector de la ganadería. Y opté por esto. No hay que realizar una inversión tan grande y puedes crecer poco a poco», explica.

Eso fue lo que hizo. Pidió una ayuda para incorporación al campo de la Consellería de Medio Rural y se enroló en un aventura que, por ahora, parece ir viento en popa: «Tengo unas 400 colmenas repartidas aquí, en Outeiro Calvo (San Cibrao das Viñas), A Peroxa, Carballedo, Xunqueira de Ambía, Castro Caldelas, Esgos..... Cogí la ayuda para incorporación de Medio Rural y puse una nave de envasado con registro sanitario, algo que no tiene todo el mundo. Ahora envasamos también para otras marcas», explica. Pero además ha lanzado nuevos productos como caramelos de propóleo, que hace para comercializar tanto con su marca como con la de otras empresas que lo distribuyen con su marca blanca. Y también ofrece tintura de propóleo para uso medicinal: «Lo diluimos en aguardiente, macera unos días para luego envasarlo. Puede usarse para la garganta, curar heridas.... porque es un antibiótico totalmente natural».

El caso de este joven es un buen ejemplo de cómo comienza a profesionalizarse este tipo de ganadería. Desde la IXP, que en estos momentos agrupa a unos 300 apicultores con 50.000 colmenas y en torno a 37 envasadores, ponen otro ejemplo de lo que pueden aportar las abejas para que la población pueda vivir del rural. Es Belacomea, una línea de productos cosméticos basados en la miel promovida por la Agrupación Apícola de Galicia, de la mano de la IXP Mel de Galicia. Todo para aprovechar las propiedades que ofrece este producto hecho por este polinizador.

Pero cuánto hay que invertir para poder lanzar una ganadería apícola. Depende. «Para alguén que parta de cero, só en colmeas ten que pensar nuns 130 euros entre colmea e enxame a prezo de hoxe. Despois tes que ter un vehículo para transportar o produto, un almacén, material de extracción... Aínda que se pode empezar pouco a pouco. No caso de Conde Santo, cando puxemos as 150 colmeas non houbo que mercar todas porque dividimos os enxames que xa tiñamos», explica Adrián.