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¿Por qué el ántrax vuelve a ser un peligro?

M.C. REDACCIÓN

GANADERÍA

El año pasado fueron detectados varios casos en animales en Extremadura, comunidad que acaba de confirmar el contagio de un veterinario mientras realizaba una necropsia a una vaca. La sequía puede estar detrás de su reaparición.

16 sep 2022 . Actualizado a las 09:01 h.

Días después de los ataques del 11S, varias cartas repletas de esporas de ántrax sembraron el pánico en Estados Unidos. Fue entonces cuando el nombre de una zoonosis que se creía de otra época volvió a ponerse de actualidad porque la bacteria que la produce estaba usándose como arma biológica. Conocida tradicionalmente como carbunco, el año pasado comenzaron a detectarse los primeros casos en Extremadura. Fue por ello por lo que en septiembre del año pasado desde el Colegio de Veterinarios de Cáceres lanzó un aviso para que los veterinarios extremaran las precauciones a la hora de manipular animales muertos. Ahora la Junta de esta comunidad acaba de confirmar el contagio de un veterinario cuando realizaba una necrosis a una vaca en una granja del municipio de Alburquerque, en Badajoz. La cuestión es por qué esta enfermedad está volviendo a manifestarse. 

«Esta es una enfermedad muy antigua que se creía olvidada, pero es probable que ahora haya empezado a reaparecer debido a la sequía», explica el secretario del Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres, Juan Antonio Rol Díaz. Lo que podría estar ocurriendo es que «desde que muere un animal hasta que se entierra, los exudados que emite por boca u otros orificios pueden liberar las esporas donde está la bacteria. Esta no desaparece a corto placo, puede permanecer varios años. Lo que ha podido ocurrir es que muchas de ellas quedaran en lagunas o pantanos que ahora, debido al bajo nivel freático, han quedado secos lo que ha propiciado el pasto para el ganado que, al comerlo, ha acabado con contagio».

Este veterinario recuerda que el primer caso detectado el año pasado en Extremadura fue en una yegua y luego se dieron otros en rumiantes, pero también en cerdos. Los buitres, que no se contagian, pueden también expandir las esporas. Al ser una bacteria que se puede transmitir manipulando cadáveres, a través de heridas, o por aerosoles es bastante contagiosa. De ahí que los veterinarios han de extremar la precaución a la hora de manipular cadáveres. «El tratamiento en humanos _añade este experto_ se realiza aplicando un antibiótico, mientras que en animales lo que se hace es la puesta en cuarentena inmediata de la explotación en la que se hayan hallado casos, además de las granjas colindantes. También se vacunan a todos los animales, prohibiendo su movimiento hasta pasados 20 días después de la vacunación y mientras no haya habido casos en los quince días anteriores».

Con todo, no hay que bajar la guardia. Sobre todo pensando en que aunque ahora los casos detectados se limitan a Extremadura, es conveniente vigilar los movimientos de animales para recría entre comunidades. Además, recomiendan volver a vacunar a la cabaña ganadera para que no vuelva a presentarse como hace años.