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Greenpeace pide el fin progresivo de la ganadería industrial

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Greenpeace

La organización considera altamente preocupante el salto de la gripe aviar de pollos a visones que se dio en Galicia porque confirma la posibilidad de que estos virus se puedan transmitir a los humanos

31 ene 2023 . Actualizado a las 10:05 h.

El brote de gripe aviar registrado en una granja peletera de Carral, en A Coruña, tiene también preocupados a los responsables de Greenpeace, pues consideran que este confirma a posibilidad de que este tipo de virus pueda evolucionar para transmitirse entre mamíferos y, de esta forma, alcanzar la transmisión entre humanos. Es por ello que el colectivo ecologista reclama el cierre de las granjas peleteras y el fin progresivo de toda la ganadería industrial.

«Este episodio genera otras dos cuestiones preocupantes para las cuales aún no hay respuestas: ¿ha pasado ya el virus a mamíferos salvajes? y ¿a dónde podrá llegar desde ahí?», se pregunta Reyes Tirado, científica del laboratorio de investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter, en el Reino Unido. La organización ecologista se suma a otras entidades que, desde hace años y por distintas razones, piden el cierre de las granjas peleteras, en particular, de las de visiones. Algo que, asegura esta entidad, ya está sucediendo en muchos países de la UE.

Greenpeace recuerda que el año pasado Europa vivió el episodio de gripe aviar más grave de su historia. De hecho, solo en España se detectaron 37 focos en aves de corral y se sacrificaron cerca de dos millones de animales. Además, al menos un trabajador de una explotación avícola fue contagiado. La organización documentó y denunció uno de los primeros casos ocurridos en la macrogranja de Íscar, en Valladolid, donde tomó imágenes de cómo se deshacían de las aves. En este primer mes del 2023, ya se han detectado cuatro casos en aves silvestres en España.

Según la organización ecologista, ante el brote de gripe aviar que vivió Europa el año pasado, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya recomendó a los estados miembros que reduzcan la densidad de aves en las explotaciones ganaderas, ya que de esa forma resultaría más fácil controlar un brote de esa naturaleza. Además, ante la amenaza de la peste porcina africana, de la que también se han detectado casos en Europa aunque, por ahora, no ha llegado a España, la UE también recomendó limitar la concentración de la producción de porcino, tanto en lo referente a explotaciones como a regiones. 

Con esos argumentos en la mano, Greenpeace reitera su demanda de que no se conceda ni una sola autorización más a explotaciones de ganadería industrial, ni a la ampliación de las ya existentes. También pide que se plantee de forma urgente la reducción de la cabaña ganadera en intensivo, muy especialmente en aquellas regiones con mayor concentración o con las mayores macrogranjas. Se refiere a Aragón, Cataluña, Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia. «La ganadería industrial genera daños en el medioambiente, especialmente por su contaminación del agua y sus emisiones de gases de efecto invernadero, en el bienestar animal y en el tejido social rural, entre otros», afirma la organización. 

«El salto de la gripe aviar a los visones en una granja peletera de Galicia ha alarmado al mundo científico y no debe dejarse pasar en vano», argumenta Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería  de la entidad. También considera «lamentable que, pese a todas las advertencias de que se rebaje la concentración de animales, en España el modelo de macrogranjas siga en auge, con el peligro que eso supone también para la salud pública», concluye.