Ainhoa Fernández, madre, estudiante y ganadera a los 18 años: «Valoro moito poder criar a nena no rural»
GANADERÍA
La joven de Becerreá quiere ampliar la granja familiar con su incorporación: «Sempre tiven claro que quería esta vida»
20 feb 2023 . Actualizado a las 19:57 h.Son jóvenes, viven en el rural, se van a dedicar a la ganadería y tienen una hija. Ainhoa y Fran son una excepción laboral y demográfica en Galicia. Ella tiene 18 años y es de un pueblo de Becerreá, Armesto. «Vivir no rural e traballar na gandería foi o que mamei toda a vida e sempre tiven claro que era ao que me quería dedicar», sentencia la joven. Ahora, por fin puede dar sus primeros pasos con la incorporación oficial a la granja. Mientras, estudia y cría a su hija de dos años.
«De pequena miña abuela comproume unhas catiúscas para correr detrás do meu pai cas vacas, encantábame», recuerda Ainhoa como su primer vínculo con los animales. La explotación familiar es de 50 vacas de leche que producen unos 1.000 litros. A diferencia del resto de la zona, cuentan con razas como las pasiegas, fleckvieh o montbéliarde. La actividad la empezaron los abuelos de Ainhoa, la siguieron sus padres y ahora será ella quien coja el relevo.
La becerrense acabó este año el bachiller en el instituto del concello y su objetivo era estudiar Veterinaria, pero no entró, así que se decidió por el Ciclo de Laboratorio de Análisis y Control de Calidad en Lugo. «Está indirectamente relacionado ca gandería porque aprendemos a controlar a calidade de materiais como o pienso», explica Fernández. Aunque solo se trata de un puente para acceder a la carrera.
Al mismo tiempo que Ainhoa se está formando en Lugo, por las tardes ayuda en la explotación a sus padres. Tiene la colaboración de su pareja, Fran, que vive con ella en la casa familiar y también estudia en Lugo un Ciclo de Soldadura. «Levantámonos as sete da mañá, vamos os dous xuntos a Lugo, vimos a comer e pola tarde axudamos aos meus pais. Se fixeron o ordeño da mañá, descansan pola tarde e o facemos nós. Así o noso día a día é máis levadeiro», cuenta Fernández, que se desenvuelve como una veterana entre las vacas.
Al cuidado de una niña de dos años
Además de estudiar y ayudar en la granja, la joven pareja está al cuidado de su hija. Ainhoa, de 18 años, y Fran, de 23 años, fueron padres hace dos. Para Ainhoa, fue difícil cursar segundo de bachillerato, pero gracias a la ayuda del centro educativo y de su familia pero asegura que ahora está muy contenta. «Compaxinamos todo mellor do esperado».
La joven apuntó a su hija en el colegio de Becerreá, a diferencia de otros vecinos suyos que llevan a los pequeños hasta Lugo. «Se penso en ter que levar a nena ao colexio a Lugo dame un infarto», bromea Fernández. Sin embargo, en el concello de la montaña el autobús recoge a la niña en su casa y también disfruta de otras ventajas: «Na clase son 12 e pasará como na miña, que acabamos sendo unha familia».
La joven defiende que criarse en el rural aporta otras ideas, otros pensamientos y otra manera de valorar ciertas cosas. «Como o típico que lle dis aun neno de donde ven o leite e pensan que do cartón, a min eso paréceme forte... aquí sabes o que comes e de donde ven a comida», argumenta. Es por eso que cada vez valora más poder criar a su hija en el rural. Además, cuenta con el apoyo de padres y abuelos de ambos que la cuidan para que no sea necesario llevarla a una guardería.
Ayudas a la incorporación
La intención de Ainhoa es poder acogerse este año a las ayudas de incorporación de jóvenes al campo para poder cambiar las instalaciones familiares. Asegura que para el trabajo que desarrollan a a día de hoy, necesitan ampliar el establo y así tener más espacio para la maquinaria y menos mano de obra. «Teríamos máis comodidade e mellor calidade de vida». Actualmente está analizando la documentación y los trámites que tiene que entregar antes de septiembre. Dependiendo de lo que les concedan, también añadirán más cabezas de ganado. Las subvenciones de la Xunta son para cinco años, después de los que piensan volver a pedirlas para la incorporación de Fran.
Ainhoa y sus padres pertenecen a la asociación Agromuralla y la joven se muestra crítica con la situación del sector. Aunque el precio de la leche haya subido, recuerda que también lo hace el precio del pienso o de la luz, de lo que siguen llegando las facturas. Además, también están pendientes de cómo puede afectar la nueva PAC. «Falta relevo xeracional precisamente porque as condicións son complicadas», asegura. Sobre todo, mujeres.Pero para ella, tira mucho más lo que siente por el rural y los animales.