ESPECIAL AGRO EN LA COSTA DA MORTE | Una granja de Salto, Vimianzo, tiene desde hace meses un sistema que reduce el impacto medioambiental y mejora la comodidad del ganado
14 abr 2023 . Actualizado a las 09:46 h.Hace tres o cuatro meses que en la granja de Anselmo Ramos, en la parroquia vimiancesa de Salto, el purín se aprovecha de una manera innovadora. Son muy pocas las explotaciones gallegas que están ya utilizando este método, más extendido por Cataluña y Aragón. De momento, la experiencia está a prueba. El ganadero reconoce que hace falta algo de tiempo para ver los resultados, pero en la Oficina Agraria Comarcal de Baio consideran que se trata de un avance en muchos sentidos y uno de los más importantes es el medioambiental, pero no el único.
La innovación en el mundo agropecuario se mueve despacio. Las cosechas y la cría de animales llevan su tiempo y las novedades tardan en verse. Las mayores de los últimos años están centradas en tres cuestiones. Una de ellas es el bienestar animal. La otra, el cuidado del medio ambiente, y la tercera, la más nueva, el ahorro energético. Las dos primeras vienen dadas fundamentalmente por las demandas de la PAC, sobre todo de la nueva, y la última por la enorme subida de los precios que hace que los tejados de las granjas se vayan poblando de paneles solares.
Balsas
La normativa relativa a los purines es de las que más preocupan a los ganaderos y la mayor parte de los proyectos de modernización de la zona incluyen balsas más grandes para poder cumplirla. Es una opción que exige espacio y una obra civil importante. Anselmo Ramos ha tenido que hacer también una pequeña construcción para una fosa pequeña que le permita almacenar solo unos días el purín, que debe ser fresco para realizar la separación. Una vez allí se bombea por separado y el líquido va a la balsa y el sólido pasa por el proceso de higienizado. Tras casi diez días ya se puede usar para camas, que ahora pueden ser más completas y, por lo tanto confortables. Se ahorra con esto unas seis bañeras de arena al mes, según explica el ganadero.
La inversión en la maquinaria, que procede de Barcelona, es grande, sin embargo, y también hay que tener en cuenta el gasto energético, por lo que todavía han de pasar meses antes de saber si realmente se gasta menos dinero que antes. En todo caso, el transporte de líquido para su uso como fertilizante también se reduce de forma importante y hay muchas ventajas medioambientales.
El aporte de arena a la tierra puede ser un problema a largo plazo para la calidad del suelo
Una de las ventajas del sistema, comentan desde las oficinas agrarias comarcales, es que no añade arena al suelo. La mayor parte de las camas de los animales están compuestas por este material que termina en las fosas de purín en grandes cantidades. Además del gasto que eso implica, todavía está por determinar cómo afecta el aporte de áridos a los terrenos, sobre todo a largo plazo. Los técnicos consideran que la composición de la tierra en la Costa da Morte no precisa de este material y que incluso puede ser negativo con los años. Es una cuestión que preocupa a Anselmo Ramos, sobre todo ahora que la producción de alimentos es fundamental para la viabilidad de las explotaciones porque es uno de los apartados más caros y porque para controlar gastos hay que ser lo más autosuficiente que sea posible. Además, en esta granja de Salto se ahorrarán la retirada anual de arena, que quita espacio en la balsa de purín. Por otra parte, la parte solo líquida del purín tiene menos amoníaco que hace daño al terreno y al medio ambiente. El coste de transporte hasta las fincas también se reduce.
Huerta
Por lo que respecta a la agricultura, se están adaptando los cultivos a las necesidades del mercado y cada vez hay más especialización. La campaña pasada José Antonio Añón, de la zona de Paiosaco, se convirtió en el mayor cultivador de tomate de toda Galicia, centrándose prácticamente todo el verano en este único producto, lo que le dio muy buenos resultados. Ahora, el GDR Costa da Morte, junto con otros de Galicia, tiene un proyecto para conseguir que los agricultores de la zona tengan parcelas de prueba con variedades de tomate y de pimientos autóctonos de Galicia, con mucho valor comercial, pero que habitualmente no se plantan en la comarca.