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¿Deberían organizarse más rapas en Galicia?

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

GANADERÍA

Rapa celebrada en el 2022 en la parroquia friolense de Carballo.
Rapa celebrada en el 2022 en la parroquia friolense de Carballo. ALBERTO LÓPEZ

Puraga destaca que la promoción del caballo puede generar un mayor consumo de carne de potro

02 jun 2023 . Actualizado a las 09:36 h.

Con el verano ya cerca, en Galicia pronto empieza la temporada de las rapas. La Rapa das Bestas de Campo do Oso, que se celebra en una zona del municipio de Mondoñedo limítrofe con A Pastoriza, es, a finales de este mes, la primera marcada en un calendario que incluye otras citas en la comarca de A Mariña (O Valadouro y Viveiro). Por la repercusión mediática alcanzada en los últimos años, es muy famosa la de Sabucedo (A Estrada), aunque el número de rapas no es muy elevado en Galicia. También se celebra en la parroquia de Carballo (Friol), organizada por la comunidad de montes.

Antón Vázquez, director técnico de la asociación de criadores de pura raza gallega (Puraga), cree que podrían organizarse algunas más, aunque para ello, matiza, deberia de contarse con apoyo de organismos oficiales. La razón en la que basa esa idea es la posibilidad de dar más promoción al caballo por las múltiples funciones que realiza.

Esa promoción podría servir para aumentar la venta de carne de potro, que en Galicia, pese a esfuerzos de difusión de los últimos años, aún está lejos de otras comunidades. Un mayor consumo podría propiciar, dice este directivo de Puraga, un incremento de la ganadería caballar, que tiene favorables repercusiones ambientales: la limpieza de monte que se consigue con caballos y la consiguiente prevención de incendios son, en su opinión, aspectos dignos de tener en cuenta. «Creo que son todo cousas positivas», resume Vázquez.

Más allá de concretar cifras, en Puraga se reconoce que la celebración de una rapa (la asociación colabora en la organización de las de A Mariña) exige esfuerzo. Solo el trabajo de desbrozar el lugar ya requiere dedicación, aunque Vázquez también ve una parte favorable: «O traballo que dá unha rapa compensa, aínda que só sexa dende o punto de vista emocional», afirma.

El caballo de monte está presente en la Serra do Xistral, en la Serra da Capelada o en Barbanza. Para este responsable de Puraga, podrían ser lugares adecuados para celebrar rapas, si bien el trabajo que realicen comunidades de montes está en relación directamente proporcional con esa idea: «Se hai unha boa xestión do monte, sempre é máis doado», dice.

 Novedades al marcar

En la rapa de Campo do Oso del año pasado, ya se aplicó una novedad. Los caballos fueron marcados en frío, con hierros que se habían metido en nitrógeno luego congelado. La parte de la piel donde se les aplica el hierro queda congelada, y luego luego vuelve a salir pelo, aunque blanco. La rapa es la parte más visible y mediática del trabajo de los criadores, pero los animales, recalca Vázquez, exigen atención durante todo el año.