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Cebar cachenas con maíz y girasol cuesta la cuarta parte que hacerlo con pienso y aumenta la calidad nutricional de la carne

María Cedron REDACCIÓN

GANADERÍA

Oscar Vázquez

El Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM) estudia las diferencias de alimentar a terneros, novillos o vacas viejas de esta raza autóctona con pienso o con forraje

01 sep 2023 . Actualizado a las 20:29 h.

Puede que sea una de las razas de vacas más bellas, pero también es una raza capaz de adaptarse perfectamente a las escarpadas laderas de la alta montaña gallega. Por algo la cachena es una raza autóctona y por algo, también, el modo de cría en extensivo de estos animales ayuda a mantener los bosques limpios y, al mismo tiempo, contribuye a fijar población en áreas desfavorecidas como la alta montaña. Para guiar a los ganaderos que han puesto toda su esperanza en esta raza, el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) puso en marcha en el 2021 un estudio de tres años de duración en el que, financiado por los fondos Feader, pretende analizar cual es la dieta más adecuada para cebar a estos animales. Aunque todavía está pendiente de concluir, los técnicos del CIAM tienen ya resultados. La cuestión es que alimentar a los animales con forraje (silo de maíz, semillas de girasol y aceite de girasol) cuesta la cuarta parte que hacer con un cebo tradicional a base de hierba y pienso. Pero es que al mismo tiempo la calidad nutricional de la carne obtenida de esas reses es mayor al tener un nivel superior de omega 3 y omega 6.

«Lo que hicimos es dividir los animales en función de la edad de sacrificio. Terneros, novillos y vaca vieja. hasta ahora se han sacrificado y analizado resultados en las dos primeras categorías y quedaría la vaca vieja», explica la técnica del departameto de producción animal del CIAM, Teresa Moreno. Lo que han descubierto hasta ahora es que tanto la carne de animales alimentados con cebo convencional como los que han comido cebo forrajero tiene el mismo grado de ternura y los animales alcanzan más o menos el mismo tamaño. Los de cebo convencional tienen un poco más de grasa, pero los que han probado el cebo forrajero tienen una carne con un valor nutricional superior por su mayor contenido en omegas. 

No solo eso porque, como explica la investigadora, el coste de cebo de un novillo por día es de 3,6 euros cuando se usa el cebo convencional, una cantidad que se reduce hasta los 0,9 euros por día en el caso de los alimentados con cebo forrajero. La consecuencia es que este último supone un importante ahorro de costes para las explotaciones.