Han detectado dos casos en animales de dos explotaciones de ganado bovino de A Capela y Abegondo
20 sep 2023 . Actualizado a las 20:12 h.No afecta a los humanos, pero es otro dardo directo en la frente del sector ganadero español. La enfermedad hemorrágica epizótica (EHE), detectada por primera vez en España el 18 de noviembre en el sur de la Península, ha llegado finalmente a Galicia, uno de los pocos territorios donde no se había descubierto ningún foco hasta ahora. Transmitida por la picadura de mosquitos culicoides, era una patología desconocida en la UE hasta que el 10 de noviembre de 2022, las autoridades italianas comunicaron la detección del virus en explotaciones de ganado bovino de la isla de Cerdeña y unos días más tarde en Sicilia. Antes había circulado por América del Norte, Australia, Asia y África, pero no se había detectado en la Europa de los Veintisiete.
Ayer el Ministerio de Agricultura, primero, y la Consellería do Medio Rural, después, comunicaron que el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, en Madrid, había confirmado dos muestras de bovinos sospechosos tomadas en granjas de A Capela y Abegondo. La primera es una pequeña explotación de tan solo 15 animales, mientras que en la segunda conviven 174 cabezas.
La enfermedad, con un cuadro clínico semejante al que presentan las reses que tienen la popularmente conocida como enfermedad de las vacas locas, no se transmite entre animales, tan solo por la picadura del mosquito. De ahí que haya más probabilidades de propagación en la época de mayor actividad de los insectos. Es decir, de abril a diciembre. Desde Medio Rural indican precisamente que es en ese momento cuando más circula el vector transmisor.
Las alarmas de los servicios veterinarios de la Xunta, que estaban en alerta ante la rápida propagación de la enfermedad en España, saltaron cuando tomaron muestras sospechosas de los animales que ayer fueron confirmados como contagiados por el virus. Desde Medio Rural recuerdan que la enfermedad no afecta a humanos, incluso aunque les pique el mosquito vector. Ni tampoco, añaden, por consumo de productos procedentes de animales infectados.
Plan de prevención y control
La rápida expansión de la enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento, ha hecho que tanto las comunidades autónomas como las organizaciones agrarias hayan pedido al Ministerio de Agricultura la puesta en marcha de un plan de prevención y control parecido al que ya hay para otras patologías que afectan a la sanidad animal. Desde Medio Rural comentan que según los estudios realizados hasta el momento en base a los casos detectados en otros puntos de España, la morbilidad media (número de animales que presentan síntomas respecto al total del rebaño) es del 7,53% con una mortalidad media de los animales infectados de menos del 1%.
Los indicios que pueden indicar que el animal está enfermo son, en el caso de los bovinos, la fiebre, la pérdida de apetito, el edema facial, la secreción ocular o nasal, la salivación, dificultad respiratoria, eritema o descamación en la boca y la nariz, cojera o eritema de la ubre. Pero todo ellos son, según Medio Rural, «síntomas que normalmente desaparecen en aproximadamente dúas semanas». Aunque también pueden contagiarse, las cabezas de ganado ovino no presentan síntomas, mientras que el ganado caprino no suele contagiarse.
Dado que de momento no hay vacuna, ni tratamiento específico, las autoridades sanitarias de la Consellería recomiendan evitar las zonas en las que pudiera criar el mosquito, tales somo zonas de barro o materia orgánica húmeda, además de utilizar desinfectantes o repelentes en instalaciones, medios de transporte o en los mismos animales. Además, avanzan que en el caso de detectar «animais con sintomatoloxía compatible coa enfermidade, debe comunicarse esta circunstancia de xeito inmediato aos servizos veterinarios oficiais da Consellería do Medio Rural».