Los fondos se concederán por reses afectadas este año y el próximo
23 nov 2023 . Actualizado a las 18:33 h.La Xunta dará ayudas a la ganadería por los daños que está causando la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en explotaciones de vacuno de la comunidad. Las cuantías cubrirán las pérdidas que los dueños de las explotaciones sufran durante este año —se concederán con carácter retroactivo— y durante el próximo. Así lo anunció este viernes el conselleiro de Medio Rural, José González, en Lugo ciudad, adonde se desplazó para clausurar la asamblea de la asociación provincial de empresarios del sector de la madera.
A Galicia llegó la enfermedad más tarde que a otras comunidades, aunque ese detalle no la ha librado de la extensión de focos por distintas comarcas. La reciente aparición de un caso en el municipio de Vila de Cruces, el primero declarado en Pontevedra, ha supuesto que los focos estén ya presentes en todas las provincias.
González reconoció ayer que la situación estaba causando preocupación, aunque recalcó la reacción de la administración, con la decidida respuesta de los veterinarios —que «están traballando arreo», dijo—, era un contrapunto de tranquilidad. Lo que no se atrevió a concretar el conselleiro fue la cuantía que podrían alcanzar las ayudas para los afectados, si bien afirmó que estaba clara la intención de cubrir los daños que sufran las explotaciones con reses afectadas por esta enfermedad. «Cubriranse as perdas económicas de supresión dos animais», explicó.
Diez animales muertos
En estos momentos, en Galicia hay ya 13 focos notificados, con diez cabezas de ganado muertas por esa enfermedad. El conselleiro de Medio Rural reitero ayer un aspecto que su departamento lleva semanas subrayando, tras la aparición de los primeros casos: se trata de una enfermedad infecciosa aunque no contagiosa, y solo las reses que sufren la picadura del mosquito del género Culicoide spp están expuestas, sin ninguna posibilidad de que un animal contagie a otro.
Lugares con gran cantidad de materia orgánica y con suficiente humedad son los propicios para el desarrollo de esos insectos. Al no haber vacuna ni curación específica para la enfermedad, la prevención, evitando el contacto de los animales con el insecto, parece la medida eficaz.
El uso de insecticidas y repelentes en animales, en medios de transporte y en instalaciones y el uso de insecticidas y de larvicidas para el control de las posibles zonas de cría son soluciones propuestas por las autoridades sanitarias. La enfermedad, cuyo período de incubación va de dos a diez días, llegó a España años después de haberse declarado en otros continentes. El primer caso se registró en noviembre del 2022, semanas después de otro declarado en Cerdeña. Fiebre, pérdida de apetito, dificultad para respirar y enrojecimiento de la piel en las ubres son algunos de los síntomas de la enfermedad, que no se transmite por productos —leche o carne— de animales infectados.