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¿Por qué deberíamos consumir leche ecológica?

Maruxa Alfonso Laya
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GANADERÍA

PALACIOS

Dejando a un lado la polémica sobre si es más saludable, lo cierto es que este modelo de producción es respetuoso con el medio ambiente y cumple con las directrices hacia las que deben caminar la ganadería y la agricultura en Europa

11 ene 2024 . Actualizado a las 19:20 h.

El sistema alimentario debe ser más sostenible. Esa es una de las máximas que la Comisión Europea ha buscado con la nueva Política Agraria Común (PAC). Porque el método actual permite suministrar alimentos frescos y seguros a más de 400 millones de personas, pero supone también un porcentaje importante de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso, a través de estrategias como De la granja a la mesa o del Pacto Verde, se está promoviendo el consumo de productos ecológicos. La leche es uno de ellos. Porque aquella que luce la etiqueta de orgánica pueden presumir, también, de ser más respetuosa con el medio ambiente y de haber cuidado en entorno en el que fue producida.

 «Hoxe en día son moi variadas as razóns polas que deberíamos elixir produtos ecológicos», cuenta Ana Corredoira, que junto con Marta Álvarez puso en marcha As Vacas da Ulloa, una cooperativa que ahora suministra leche fresca y ecológica en la provincia de A Coruña. «A percepción que tiña o consumidor era que é un produto máis caro e nada máis», cuenta. Pero eso no es así. Cada vez más, el mercado conoce las ventajas que tiene la producción en ecológico «para a saúde a para potenciar un modelo de produción máis ligado ao teritorio porque promociona a diversidade e determinadas prácticas que son respetuosas co medio ambiente», insiste. 

ALBERTO LÓPEZ

La leche que presume de la etiqueta de ecológica procede de ganaderías que cumplen todas las exigencias legales que garantizan la salud y el bienestar animal. Tiene, además, la garantía de que las vacas de la que procede son alimentadas y tratadas con productos cien por cien naturales. Los animales no viven estabulados, son alimentados con pastos y forrajes de la más alta calidad, provenientes de prados naturales donde no se utilizan ni herbicidas, ni pesticidas, ni fertilizantes sintéticos. Además, estas vacas se ordeñan con menos frecuencia, lo que implica que producen menos que una en convencional, de ahí que el precio de esta leche en los mercados sea ligeramente más elevado. 

«El primero motivo por el que me pasé a la leche ecológica fue económico, porque la pagaban mejor y podía sacar más rentabilidad. Luego me di cuenta de cómo funcionan las cosas y comprobé que este modelo era como yo quería trabajar», cuenta Jairo García, que tiene una ganadería en ecológico en Villaviciosa. En su opinión, la leche ecológica  ofrece mayores garantías de salud. «Los animales no están estabulados, ni necesitan casi nada de medicamentos. No hay residuos de ningún tipo porque su alimentación es con pastos y forrajes producidos en casa sin abonos ni herbicidas», cuenta. Y todo eso «se transmite a la leche», añade.

Jairo reconoce que la leche en ecológico tiene un precio más elevado, «porque producimos menos cantidad y tenemos  que ser rentables», pero también es porque tiene otros muchos beneficios que no se ven a primera vista. «Yo creo que si se puede, sí que merece la pena comprar ecológico», asegura. «O noso proxecto é coherente», cuenta Corredoira. Porque no se trata solo del cuidado de sus animales o de no utilizar productos químicos. «É unha mestura do manexo tradicional do gando e da terra e do desenvolvemento industrial», asegura. 

Por eso Sen máis, que es la leche que comercializan en As Vacas da Ulloa, no solo es ecológica, sino que se comercializa en envases de cristal retornado. «Queremos facer o mesmo que sempre, pero doutra maneira. Creemos que o mellor residuo é o que non se xera», cuenta Corredoira. También distribuyen ellas mismas sus productos localmente, a puntos de venta cercanos. «O quilómetro cero non é vender so nosa comarca. Levar leite directo a Madrid é quilómetro cero porque reducimos ao máximo a cadea loxística», añade. 

Información y formación es lo que precisan los consumidores, insiste Corredoira, para aprender a distinguir las ventajas de los productos ecológicos. Como en el caso de la leche no es solo que sean alimentos más saludables, sino que también lo son para el entorno en el que se producen y para las futuras generaciones.