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El área de Santiago reúne a ocho de los mejores productores de leche de vaca

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

GANADERÍA

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Están en Vedra, Val do Dubra, Frades, Trazo, O Pino, Arzúa y Toques

10 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los premios de la Consellería de Medio Rural a la excelencia en el trabajo de los productores lácteos de ganado vacuno dejan en muy buen lugar a la explotaciones del área de influencia de Santiago, donde se localizan ocho de las diez granjas distinguidas en toda la provincia coruñesa en la última edición de los galardones.

El reconocimiento a las calidades higiénico-sanitarias del producto, que también recayó en otra decena de granjas de la provincia de Lugo, distinguió con sendos oros a dos ganaderías de Vedra que producen leche de vaca en extensivo: una de tamaño mediano (Tallón Lobato) y otra de gran tamaño (Gandaría Sinesi). Los premios Exceleite —así se llaman esos galardones de la Xunta— también distinguieron con dos oros a Concepción García Pereira, de Frades, y a María del Carmen Barrán Santiso, de O Pino. Regentan sendas explotaciones lácteas de vacuno con un modelo de gestión en intensivo, de pequeño y mediano tamaño, respectivamente.

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Tres de las seis distinciones a las explotaciones de vacuno que producen leche en semiextensivo se quedaron en el área de influencia capitalina; concretamente, en Toques, con una granja de pequeño tamaño, distinguida con una plata (Gandaría Guerra-Gavieiro); y en Val do Dubra y en Trazo, donde María Rosa Bardanca Fraga, con una granja de tamaño mediano, y Gandaría Casa Landeira de Oa, de gran tamaño, se hicieron con sendos oros. Finalmente, Granxa Ecolóxica Figueroa, ubicada en Arzúa, resultó distinguida con una plata en la categoría de productores de leche de vaca en ecológico.

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Los premios Exceleite, que este año alcanzaron su séptima edición, persiguen reivindicar el proceso productivo de las explotaciones de leche de ganado vacuno en Galicia, poniendo en valor a los ganaderos comprometidos con su trabajo, y, por tanto, con la calidad de la leche que producen. A los reconocimientos pueden optar las granjas de leche de vaca que realizan sus autocontroles de calidad en el Laboratorio Interprofesional Galego de Análise do Leite (Ligal). Los galardones distinguen veinte granjas, en función de su tamaño y de su modelo de producción.

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«A limpeza ten que ser perfecta»

detrás de un litro de leche de vaca como la que recoge CLUN en la Ganadería Guerra-Gavieiro, en Toques, hay muchas horas de trabajo y mucho compromiso con la calidad del producto. Tras dos ediciones como finalistas, María de Carmen Ferreiro y su nuera María Jesús Gavieiro, socias en esta explotación láctea de vacuno ubicada en la parroquia de Vilouriz, recibieron uno de los veinte premios con los que la Consellería de Medio Rural reconoce la excelencia de la calidad higiénico-sanitaria de los productores gallegos de leche cruda de vaca.

 ¿Cuál es la clave? Cuentan las dos ganaderas que la alimentación que recibe el ganado y la higiene durante todo el proceso productivo son determinantes. «A limpeza ten que ser perfecta», afirman. De la mañana a la noche. El ordeño es todo un ritual que comienza con la limpieza de las ubres de la vaca y termina con su sellado mediante un líquido desinfectante y antibacteriano. Entremedias, y previo a la colocación de las pezoneras, se realiza el despunte, que, en jerga ganadera, significa extraer manualmente los primeros chorros de leche para eliminar las bacterias del canal del pezón. Además, «tan pronto acabamos de muxir, xa nos poñemos a limpar a sala», añaden. También se extrema la limpieza en las camas de las vacas, de caucho y cubiertas con una mezcla de cal y serrín «para evitar as bacterias e para que estean secas», explican.

Suegra y nuera están compenetradas en el trabajo al frente de la explotación familiar, con medio centenar de vacas de raza Frisona y Montbéliarde, de las que, en este momento, dan leche 35. Al ser una producción semiextensivo, las cabezas de ganado pastan, salvo que llueva a mares o nieve, todos los días. El no tener los pastos a dos pasos del establo es un trabajo añadido que se ve recompensado en el volumen de producción y en la calidad de la materia prima. «Cando saen pastar, producen máis e é máis san, porque lle aporta calcio ao leite», explican. Silo de maíz y de hierba, y pienso complementan una alimentación que dosifican a cada res en función de la producción, diferente en cada etapa vital del ganado vacuno, y también en cada época del año.