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Veterinaria, una carrera cada vez más conectada con empresas que ofrecen trabajo a los graduados

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

Alumnos de Veterinaria tienen una aula virtual donde usan tecnología 3D para ver vídeos.
Alumnos de Veterinaria tienen una aula virtual donde usan tecnología 3D para ver vídeos. OSCAR CELA

Las firmas que combinan prácticas y trabajo de fin de grado a los estudiantes se triplican en tres años

05 mar 2024 . Actualizado a las 08:22 h.

La Facultade de Veterinaria del campus de Lugo (USC) tiene una relación cada vez mayor con empresas. El contacto con el sector privado se refleja cada año, entre otros detalles, en las prácticas de fin de grado que realizan alumnos de quinto curso. Hay un apartado, el de empresas en las que los estudiantes hacen prácticas y el trabajo de fin de grado, que está creciendo de manera notable. En este curso, en el que por tercera vez se aplica la medida, hay nueve firmas sumadas al plan. La iniciativa tuvo tres en el primer curso y seis en el segundo, como recordaba este lunes el decano, Gonzalo Fernández.

Este sistema presenta algunas diferencias con las prácticas en las que el trabajo de fin de grado se plantea y se desarrolla en la facultad. En primer lugar, la persona que realiza el trabajo tiene un tutor de la empresa y otro de la Facultade de Veterinaria; si lo hace en la universidad, puede contar con uno o con dos tutores, pero relacionados con el ámbito académico. En segundo, es la empresa la que escoge el tema del trabajo; si se plantea en la universidad, lo elige el alumno, pero en coordinación con el profesor o con los profesores tutores.

Las prácticas permiten a los estudiantes lograr diecisiete créditos; el trabajo de fin de grado les da seis, y con el rotatorio, que por lo general se realiza en el Hospital Universitario Rof Codina, suman seis. Cuando el trabajo se lleva a cabo en la empresa en la que se han hecho las prácticas, la estancia del estudiante dura más. Pero además, destaca el decano, se hace más fuerte la conexión de los jóvenes con el mundo empresarial.

Por un lado, explica Fernández, hay interés de empresas en sumarse a este plan. Si se mantienen las actuales previsiones, no se descarta que las firmas implicadas sigan creciendo y lleguen a doce el próximo curso. Por otro, los trabajos de fin de grado se centran en asuntos que interesan a la parte empresarial, pero brindan la oportunidad de profundizar en asuntos del medio rural, del medio ambiente o de la tecnología que acercan el contacto con la vertiente práctica de la profesión.

Si se toma como referencia la inserción laboral, el modelo da resultado, puesto que, como afirma el decano, algún alumno se ha quedado a trabajar en la empresa donde había hecho las prácticas y el trabajo de fin de grado. La conclusión es positiva por ese efecto. En la práctica se trata de un modelo parecido al de la formación dual, en el sentido de que los alumnos tienen una parte de formación conectada con el sector privado. «É unha forma de aproveitar mellor as sinerxias con empresas», afirma Fernández.

A pesar de que se prevé un crecimiento de las empresas adheridas al sistema, no se abandona una cierta prudencia. «Imos pouco a pouco», subraya Fernández. La propuesta surgió como un programa piloto, y aunque se ha consolidado, se descarta un fuerte aumento de empresas porque, dice, elevaría el riesgo de que la experiencia saliese mal.

Amplia lista de entidades

Otro sistema que funciona en este centro del Campus Terra es el de las prácticas que van seguidas de trabajo de fin de grado realizado en la facultad. Veterinaria tiene convenios con unas 300 empresas y entidades, pero siempre está dispuesta a ampliarlos.  A los estudiantes se les proporciona una lista, y si muestran interés en una firma que no tiene convenio en vigor, la facultad firma un acuerdo, que tiene una duración de cuatro años, por lo que otros alumnos podrán beneficiarse también.

Aunque esa lista es muy variada, las prácticas tienen en el fondo una intención clara. Fernández explica que se quiere fomentar el acercamiento del alumnado al campo en general y a la ganadería en particular, de modo que pueda plantearse la dedicación a la veterinaria de producción animal como una de sus salidas. Esa conexión es más posible dado que hay convenios para prácticas, por ejemplo, con el centro de recría de la Granja Gayoso Castro, situada en Castro de Ribeiras de Lea y dependiente de la Diputación, o con la IXP Ternera Gallega