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Adiós a Brillante, una cárnica de Málaga se lleva el súper-buey de más de 2.000 kilos criado durante ocho años en Xove

María Cuadrado Fernández
M. CUADRADO XOVE / LA VOZ

GANADERÍA

Xaime Ramallal

Champam lo compró para Cárnicas Rigar y este, para dos restaurantes

09 jun 2024 . Actualizado a las 18:21 h.

El ganadero xovense José Louzao Quelle, «Pepe do Chacino», despidió recientemente a dos de los mejores bueyes que ha criado en los últimos ocho años, de unos 2.000 kilos cada uno. De Más lo hizo en noviembre y este miércoles le dijo adiós a Brillante, un ejemplar gallego tradicional de tiro sobre el que se hicieron varias ofertas y que finalmente fue adquirido por Cárnicas Champam S.L., de Sarria, que a su vez lo ha vendido a Cárnicas Rigar, de Vélez (Málaga), para servir a al menos dos restaurantes también malagueños.

No es el primer negocio que Cárnicas Champam cierra con Pepe, ya que hace años también le compraron otro ejemplar de referencia: Líbano. «Decidimos comprar a Brillante pola garantía, polo tamaño, porque sabemos da boa alimentación que recibeu cunha crianza tradicional, pola cantidade de graxa e pola calidade», manifestaba Guillermo Iglesias, de la firma Champam.

Llegó ayer a la casa de Pepe, en Os Carballás, con un chófer y un camión donde cargaron al buey, que este jueves está previsto que sea clasificado y sacrificado en el matadero de Magefrigor, en Ourense.

El criador mariñano, de 75 años, alaba la calidad de este ejemplar, «moi comedor», que pesó 71 kilos cuando nació. Este miércoles, luciendo un polo blanco en el que se podía leer el nombre de las dos cárnicas y ‘Rigar es Brillante» (en letras doradas), reconocía abiertamente que notará su marcha: «Como non me vai dar pena que marche? É un bo boi e moi manso!».

Son ocho años cuidándolo a diario. Además, Brillante se había convertido en todo un reclamo. En los últimos meses recibió numerosas visitas e incluso fue una de las atracciones para algunos de los que acudieron a ver el reciente Rali da Mariña. Lo que no ha trascendido son otros detalles de la operación.

A partir de ahora a Pepe, jubilado, no le faltará trabajo. Además de atender a las cuarenta reses de su explotación, ahora centrará también parte de sus esfuerzos en otro buey de cuatro años que ya pesó al nacer 74 kilos y que, según el ganadero, «dará moito que falar».

El criador, que cuando estaba laboralmente en activo también fue carnicero además de ganadero, lamenta que, pese a que la comarca fue hace años una referencia a nivel nacional en la cría y por la calidad de sus bueyes, esta condición y potencial no se aprovechen y promocionen más actualmente como una clara apuesta por la ganadería y las nuevas generaciones. Sabe de lo que habla ya que, entre otros episodios vitales, con 14 años empezó en el mar, a la anchoa, en el País Vasco, y a los 16 emprendió viaje para Ciudad del Cabo.