Medio Rural quiere mantener las ayudas extraordinarias a las granjas de Ternera Gallega, pero ligándolas a los fondos PAC

El modelo de producción cárnica de vacuno que reina en Galicia, el que aplican las granjas familiares adscritas a la indicación xeográfica protexida Ternera Gallega, tiene un sobrecoste sobre otros modelos de producción cárnica que están industrializados. El modelo tradicional gallego tiene además la ventaja de contribuir a la gestión del territorio en áreas de difícil acceso como la montaña. Compensar esos sobrecostes para mantener el modelo fue la razón por la que la Consellería do Medio Rural habilitó una partida de unos 12 millones de euros de fondos propios para que muchas de esas granjas, a las que según se quejaban los ganaderos y las organizaciones agrarias ni las ayudas de la política agraria común (PAC) acababan de compensar su actividad, pudieran darse un respiro. Ayer la titular de Medio Rural, María José Gómez, se desplazó a A Pastoriza para comprobar cómo crían los terneros en una de las  4.578 explotaciones que recibieron esta ayuda adicional (el importe medio fue de cerca de 2.500 euros) que ahora la Conselleira quiere consolidar a través de los fondos PAC. El caso es que para ello, como explicó en la granja, tiene pensado solicitar al Ministerio de Agricultura que estas ayudas para compensar sobrecostes puedan ir ligadas a los fondos PAC. 

En total se subvencionaron unos 82.787 animales adscritos a la IXP, de los que el 62 % se corresponden a Ternera Gallega Suprema (estos recibieron unos 200 euros cada uno). Los que crían Ternera Gallega recibieron unos 36 euros por cada animal. La idea es al mismo tiempo promover el mantenimiento de la cría tradicional sobre la que se sostiene este carne de vacuno con IXP, que ahora trata de abrir mercado fuera de Galicia. 

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