Ganadería Lanzán, de Baralla, se convierte en el primer operador que comercializará Ternera Gallega Suprema Ecolóxica

A lo largo de su vida Pepe González ha dado muchos pasos. El último, convertirse en el primer operador que comercializará directamente al consumidor Ternera Gallega Suprema Ecolóxica, avalada por el sello de la IXP y del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica (Craega). Y la carne de sus terneros criados en las praderas de la montaña de Penarrubia, en Baralla, la comercializará vía app «para dar un servizo totalmente personalizado». Las piezas serán distribuidas mediante el servicio Correos Frío. Pero por qué ha llegado a dar un paso que no es más que el principio de una aventura empresarial para la que, como cree, «hai nicho de mercado sen explotar». Porque está convencido de «a existencia doutro modelo de producción diferente ao convencional de alta calidade e que ten demanda e a xente está disposta a darlle valor a esa carne de calidade». Además, comerciar directamente, es un modo de sobrevivir y diferenciarse en un sector en el que es complicado lograr márgenes que compensen el esfuerzo realizado en el manejo. Su intención es poder comercializar un ternero a la semana. 

Pero su historia es larga. Cuenta que desde los dieciséis años ejerció de entrenador y coordinador en distintos equipos. Entre ellos el Azkar, donde estuvo catorce años, o en SCD Milagrosa, donde realizó las funciones de gerencia hasta que el verano pasado, como confiesa, «xa non era compatible ca explotacion gandeira que teño en Baralla». Porque este chaval de la Casa Carreira de Castrolanzán que estudió Dirección e Xestión Deportiva se incorporó hace más de veinte años a la explotación familiar en la que sus padres manejaban ganado de carne en ese lugar de la parroquia de Penarrubia, en el concello de Baralla. La granja había pasado de generación en generación de forma continuada desde tiempos de su bisabuelo José, el que le dio el nombre.

Y puede que también fuera esa tradición la que le llevara a tirar del hilo de la historia rebuscando en los legajos de Casa Carreira hasta encontrar un recibo de la contribución del año 1740 en el que descubrió que uno de sus ancestros ya se dedicaba a la cría del ganado en esta parte de la falda de la comarca de Os Ancares. Echando cuentas calculó que la granja, al menos, lleva funcionando desde 1709. «Ao parecer naquela época na casa había catro irmáns. Dous marcharon fóra e outros dous quedaron na casa. Un era xastre e o outro levaba a facenda», explica. Esa historia aporta valor a la granja y a los animales. Son 56 reproductoras manejadas según un modelo semiextensivo en el que pastan en unas  55 hectáreas de pastizales durante unas horas al día para ser recogidas después en instalaciones que garantizan su bienestar animal. Desde el 2020 en el que comenzó la reconversión a ecológico, no comen nada que no sea libre de químicos. De lo que se come, se cría. 

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