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Ganaderos de Lugo que venden la leche de su explotación: «A moita xente recórdalle o de antes»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

Chelo López explica que la leche de Quintián llega a consumidores de Galicia y del resto de España
Chelo López explica que la leche de Quintián llega a consumidores de Galicia y del resto de España OSCAR CELA

Gandería Quintián, con sede en O Páramo, coloca su producción a negocios y a particulares de toda España

20 ene 2025 . Actualizado a las 22:29 h.

Un problema de la ganadería gallega, expresada sobre todo en el sector lácteo, es el relacionado con el precio. Es frecuente oír a ganaderos y a sindicatos el malestar por las oscilaciones de precios y por el poco control que pueden ejercer ante las industrias. Menos frecuente, por el contrario, resulta que alguien dé un paso para cambiar esa dinámica, aunque Chelo López y su marido, Julio López, son un ejemplo.

Su explotación ganadera, situada en el municipio de O Páramo, entraba en una lista que en Galicia es amplia. Desde hace años, forma parte del más reducido grupo de explotaciones que envasan y distribuyen leche. No toda se vende, ya que el matrimonio decidió, en el 2020, extender la actividad a la fabricación de queso: los premios conseguidos en certámenes internacionales indican que la apuesta ha resultado exitosa. La distribución se mueve actualmente en torno a 30.000 o 35.000 litros al mes.

La hostelería y una clientela de particulares con residencia en diferentes sitios compran hoy la leche de la ganadería Quintián. La reflexión inicial del matrimonio, expresada por Chelo López, fue la siguiente: «Dixen ‘por que non poñemos este produto de calidade no mercado?’», recuerda. Admite que la suya era una explotación reconocida, pero sin control sobre el precio. Hoy coloca en el mercado leche con envases de litro y medio, que suelen ir en packs de ocho botellas, y de diez litros, que van en cajas.

Envasar la leche en botellas con más capacidad de la habitual tiene que ver con el destino de parte de la mercancía. Negocios de hostelería y de repostería, que agradecen la textura del producto en la elaboración de cafés o de postres, consumen la leche de Quintián, si bien Chelo López subraya también el peso de compradores particulares que reconocen el valor del producto: «É o leite de sempre, e a moita xente recórdalle o de antes», afirma Chelo López.

Un duro esfuerzo

El proyecto que incluye explotación y quesería es hoy un negocio con cinco empleados. Se trata, pues, de una pyme en un municipio como O Páramo, cuya población en el 2024 era de 1296 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística (INE), aunque la satisfacción por el objetivo conseguido no oculta el esfuerzo empleado.

Chelo López lo reconoce: «Que unha gandaría mande leite a toda España di moito», explica. Sin embargo, agrega otras reflexiones: «É doado? Non. Foi duro? Moi duro», advierte. La dificultad, eso sí, se compensó con el apoyo logrado desde el principio en clientes de municipios cercanos, como Lugo o Sarria. «A xente agradece a nosa transparencia», recalca Chelo López.

No obstante, en la trayectoria seguida hasta ahora no ha habido solo actitud sino también aptitud. Se le dedicó a la iniciativa «moito tempo e moita resiliencia», recuerda esta ganadera, que también tuvo que formarse además de invertir en la compra de tecnología para poder pasteurizar y envasar la leche. La inversión se completó con la compra de una furgoneta que la ganadería usa para llevar la mercancía a su destino.

El éxito de la iniciativa no parece medirse solo en cifras sino también en un estado de ánimo. La explotación tiene 120 vacas, de razas frisona y parda alpina, de las que aproximadamente la mitad están en ordeño. Pero haber incorporado una máquina pasteurizadora y una envasadora, lo que supuso una inversión de unos 150.000 euros, ha supuesto para el matrimonio un salto que no es solo la falta de contacto con empresas compradoras.

«Na explotación dignificamos o noso traballo e poñemos en valor o noso produto», sostiene Chelo López, que se muestra contenta de su trabajo. «Vivimos como e onde queremos», proclama. A esa satisfacción contribuyen unos consumidores que, como ella resalta, cada vez se preocupan más por la calidad,