Una ferrolana y un nedense montan una quesería artesanal en Sillobre, Fene: «A algún cliente se le caen las lágrimas, le recuerda la receta de su abuela»
GANADERÍA
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Eloy Seijas se ocupa de cuidar el ganado y ordeñar, y Alejandra Romero elabora el queso fresco y el requeixo
24 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Alejandra Romero (Mandiá, Ferrol, 40 años) aprendió a hacer queso «con una señora mayor de Neda» —donde nació su marido, Eloy Seijas, de 35 años—, antes de mudarse de un piso en Narón a una casa en Sillobre (Fene). «Ya teníamos vacas de carne en Sillobre, y esta vecina de Neda nos pidió leche para su consumo, me dijo que era una pena que se perdiera la tradición del queso, y me enseñó», relata Alejandra. Eso fue hace tres años, y todo el mundo que lo probaba le decía «que estaba rico». Así fue cómo la pareja se decidió a comprar vacas de leche e invertir, «sin ayuda alguna», para montar una pequeña quesería artesanal.
A Eloy le encanta el ganado (tienen once vacas de carne y ocho de leche) y ahora madruga para ordeñar antes de irse a trabajar al astillero. Él se ocupa de la alimentación y el cuidado de las reses, mientras que Alejandra elabora el producto y lo comercializa. «Hago queso fresco, todos los días, y requeixo, sin ningún tipo de aditivo ni conservante, totalmente natural», explica. Son productos lácteos tradicionales (PLT), elaborados con leche cruda, que distribuye (en tarrinas a partir de medio kilo) a la Cooperativa do Val y a otras tiendas y supermercados de Ferrol, Narón, Neda o Fene.
La aventura comenzó en noviembre y no ha parado de crecer. En el Queixo Fresco de Sillobre, la marca (igual que la del Requeixo Fresco de Sillobre), hay dos variedades, «una más cremosa, con leche de vacas de raza jersey, y otra menos grasa (de raza parda y pinta)», indica Alejandra, que también vende a algunos vecinos. Cuenta que «alguna gente dice que le caen las lágrimas al comerlo porque le recuerda la receta de su abuela». Agradece los mensajes y está feliz de poder trabajar y vivir en el rural: «Si te gustan los animales y comer natural y sano, y con un niño de seis años, es lo mejor... le das otro valor a las cosas».