El Colegio de Veterinarios de Lugo rechaza la normativa de medicamentos porque aumenta la burocracia
GANADERÍA
La entidad asegura que se está favoreciendo «el monopolio de la distribución de fármacos»
08 mar 2025 . Actualizado a las 09:17 h.El Colegio de Veterinarios de Lugo se opone a la normativa de medicamentos, recogida en el Real Decreto 666/2023 y objeto de críticas de los profesionales del sector en las últimas semanas. El presidente del colegio profesional lucense, José Luis Benedito, aseguró este viernes que la normativa ponía trabas a los veterinarios en su trabajo y que conllevaba un aumento de la burocracia. El resultado, dijo, es un freno a la atención de urgencias en zonas rurales.
El problema, para Benedito, está en que la legislación española destaca dentro de Europa por su carácter restrictivo, con lo que se coarta la «capacidad y libertad» de los profesionales, que se encuentran con menos libertad para dispensar medicamentos «conforme a unos diagnósticos clínicos que realizan ellos mismos». Pero Benedito fue este viernes más allá en sus críticas, y señaló que el problema acaba saliendo el ámbito veterinario en particular y de la ganadería en general para producir otro grave efecto: se dificulta, dijo, «el acceso a los tratamientos por parte de la población».
Lo que se pide, pues, es que la normativa española se ajuste a la que está en vigor en otros países: por ejemplo, Alemania, Francia o Reino Unido son vistos como ejemplos, ya que ahí «los veterinarios pueden suministrar los primeros tratamientos a los animales sin este tipo de restricciones». Lo que el colegio profesional lucense dice no entender es por qué en España no se tolera ese comportamiento, ya que acaba conduciendo a favorecer «el monopolio de la distribución de fármacos».
El punto de partida de las críticas formuladas ayer está en un aspecto ya denunciado en estas semanas por otros profesionales. La normativa española obliga a registrar electrónicamente todas las prescripciones de medicamentos, de modo que la capacidad de decisión del veterinario es menor y la distribución de fármacos también se ve afectada. A esa situación, por otro lado, se le añade la situación de zonas rurales, en donde la cobertura no es siempre la idónea.

Además, para Benedito, lo que está también en riesgo es la continuidad de los tratamientos que se prescriben a los animales, puesto que se exige que un veterinario recete una cantidad mínima de medicamentos, con lo que el dueño de una explotación se ve obligado a ir luego a un establecimiento para completar el tratamiento.
Así, por otro lado, se les crea a los ganaderos un evidente perjuicio más allá del problema de la continuidad del tratamiento: es posible que deban recorrer bastantes kilómetros si viven lejos de núcleos urbanos y cerca de sus casas no hay comerciales sanitarios ni farmacias.
Prevista una protesta en abril en la ciudad amurallada
Los veterinarios lucenses se manifestarán en abril en contra del real decreto. No será la primera vez que lo hagan, puesto que ya participaron en semanas pasadas en la que se celebró en A Coruña. Tampoco se trata de un malestar exclusivo de Galicia, ya que en el resto de España se han organizado concentraciones en contra de la normativa. Por otro lado, ni siquiera se puede decir que la situación afecte exclusivamente a los veterinarios de zonas rurales, dedicados a trabajar con animales de producción, puesto que los de clínicas también han alzado su voz.
Lo que se reclama, como recalcó ayer Benedito, es que se elabore una normativa realista y que se permita a los veterinarios «seguir velando por el bienestar animal».