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Hormigas, nuevas inspectoras de la PAC

Miriam García Roca, M.C. REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

Un estudio utiliza estos insectos para comprobar la eficiencia real de las medidas agroambientales diseñadas desde Europa en campos de cereales

02 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La pérdida de biodiversidad es uno de los principales efectos de la intensificación agrícola, especialmente dentro de la Unión Europea, donde la política agraria común (PAC) trata de promover entre los agricultores el uso de métodos de cultivo más respetuosos con el medio ambiente y el clima. Para ello, tiene como objetivo reducir la utilización de productos químicos como los fertilizantes y los pesticidas, proponiendo medidas más respetuosas con el medio ambiente. Pero, ¿realmente funcionan? Eso es lo que trata de desvelar un estudio en el que las hormigas se convierten en inspectoras de la PAC por su capacidad para comprobar la eficiencia de esas políticas. 

Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) junto a la Universidad Autónoma de Madrid han analizado las medidas agroambientales establecidas en la PAC con el objetivo de conocer su efectividad real en los ecosistemas. Para ello, han elaborado un estudio con comunidades de hormigas, ya que son organismos por lo general dominantes y que facilitan el control de los ecosistemas agrarios. Los resultados de la investigación sugieren que la gestión de bordes permanentes en tierras de cultivo permite optimizar la abundancia, la diversidad y la composición de las colonias de hormigas, mejorando a su vez el control de las malas hierbas en la tierra.

¿Por qué las hormigas?

Las hormigas juegan un papel clave en el desarrollo de un ecosistema y que a su vez ayudan en el mantenimiento de la funcionalidad de los hábitats terrestres. Son insectos que dependen de nidos permanentemente estables, además de poseer un tamaño grande y un largo ciclo de vida.

Además, los resultados alcanzados en el estudio son bastante prometedores, en palabras de Mario Díaz, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales: «Sorprendentemente, muy pocos estudios han comprobado la efectividad de las medidas agroambientales en hormigas, a pesar de ser organismos mucho más resistentes a la alteración de hábitats que otros grupos más vulnerables, como las mariposas y otros grupos de polinizadores, de vida corta y de carácter solitario».

Con esto, y teniendo en cuenta su relevancia ecológica y que son organismos muy extendidos y fáciles de muestrear, han encontrado un nuevo enfoque estratégico que permite monitorear los planes agroambientales y la influencia del paisaje en el manejo agrícola de los ecosistemas.

El estudio analiza el comportamiento de las comunidades de hormigas en zonas de explotación de cereales

Escogiendo regiones cerealistas caracterizadas por la abundancia y riqueza de especies a través de campos de cultivos controlados, con y sin la aplicación de medidas agroambientales, se ha estudiado la respuesta de estos insectos.

Segundo la también investigadora del museo Elena Concepción, su objetivo principal era explorar los efectos de las medidas agroambientales y el contexto del paisaje sobre la riqueza, así como la abundancia y composición de las comunidades de hormigas. Y de esta manera, poder evaluar su influencia sobre algunos ecosistemas como el control del crecimiento y expansión de las malas hierbas.

¿Qué conclusiones se pueden extraer del estudio?

Los investigadores consiguieron determinar que las respuestas de las hormigas a las medidas agroambientales están muy ligadas a la estructura del paisaje. En lugar de encontrarse influenciadas por la intensificación del manejo agrícola en los campos de cultivo.

Los resultados muestran mayor abundancia y riqueza de especies en las zonas con mayor cantidad y más próximas a los bordes con vegetación permanente. Junto a que, la aplicación de medidas agroambientales aumentaba la abundancia de hormigas, únicamente en los bordes de los campos y no en sus centros. Resultados que indican que la labor ecosistémica de las hormigas está fuertemente determinada por la gestión de los límites o linderos en los paisajes agrícolas.

Aunque existen programas europeos que aborden la gestión de los linderos, estos se centran fundamentalmente en mantener los bordes con vegetación efímera (franjas de tierra arada a lo largo de los límites de los campos que no se siembran ni se cosechan). En base a los resultados del estudio se determina que una gestión de linderos permanentes en las medidas agroambientales podría favorecer una mayor abundancia y riqueza para las hormigas, lo que a su vez desembocaría en un mejor control de las malas hierbas.