Se han producido siete incidentes, frente a los 16 del mismo período del año pasado, y ningún secuestro de tripulantes, cuando entonces fueron 40
13 abr 2022 . Actualizado a las 04:50 h.El número de ataques piratas ha disminuido en el golfo de Guinea, con tan solo 7 incidentes desde comienzos de año y ningún secuestro de tripulantes, informó hoy la Oficina Marítima Internacional (IMB). «Gracias a los esfuerzos realizados por las autoridades marítimas de la región, no se han reportado secuestros de tripulantes en aguas del golfo de Guinea en el primer trimestre del 2022», declaró la IMB al advertir que en el mismo período del 2021 hubo 40.
«Los esfuerzos de la región y las armadas internacionales también han resultado en una reducción de los incidentes informados de 16 en el primer trimestre del 2021 a siete durante el mismo período en 2022», agregó el IMB en su último informe mundial de piratería y robo a mano armada.
No obstante, el organismo indicó que la región de África occidental «sigue siendo peligrosa» y la amenaza «permanece», como demuestra el secuestro de un petrolero frente a la costa de Costa de Marfil el pasado 24 de enero, durante el cual 17 tripulantes fueron tomados como rehenes.
Además, el pasado 3 de abril, un granelero fue abordado por piratas a 260 millas náuticas de la costa de Ghana, interviniendo de inmediato un buque de guerra y un helicóptero de la Marina italiana, que salvaron a la tripulación y permitieron que la embarcación se dirigiera a un puerto seguro bajo escolta.
La IMB también reportó en el primer trimestre del 2022 robos a mano armada en aguas de Angola y Ghana.
Por ello, el centro de informes de piratería de IMB instó a las agencias de respuesta costera y las armadas internacionales «a continuar sus esfuerzos para garantizar que la piratería es abordada de manera permanente en estas aguas de alto riesgo».
El golfo de Guinea representó en el 2020 más del 95 % de los secuestros de embarcaciones a nivel global, con 130 de los 135 tripulantes secuestrados en el mundo.
En el 2021, la piratería en esta región disminuyó un 58 % al registrarse 34 incidentes en todo el año, en comparación con los 81 contabilizados en el 2020, pero acaparó todos los incidentes de secuestro ese año a nivel mundial, con 57 personas secuestradas.
El origen de esta piratería se encuentra en el delta del Níger, en el sur de Nigeria, cuyas reservas de petróleo han convertido al país en el primer productor de «oro negro» del continente, de cuya extracción obtiene más del 80 % de sus ingresos por exportaciones. En el golfo de Guinea, la mayoría de las personas que se dedican a la piratería son de origen nigeriano y su objetivo es robar el crudo que transportan los buques petroleros para venderlo en el mercado negro. Sin embargo, la actividad más rentable para ellos es secuestrar a tripulaciones a cambio de un rescate.
En mayo del 2021, el aumento de la violencia en los ataques a los barcos y el hecho de que se produzcan cada vez más lejos de las costas impulsó a unas 185 compañías navieras y asociaciones de más de veinte países a firmar una declaración conjunta para pedir una coalición contra la piratería en el golfo de Guinea.
Los firmantes advirtieron que esa zona se había convertido «en una maldición para los marineros en la última década».