Las cofradías protestarán en Santiago en defensa de sus santuarios de percebe
SOMOS MAR
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Tachan de «chapuza» la resolución de Mar, que recurrirán cuanto antes
01 abr 2023 . Actualizado a las 20:03 h.La crisis de la mejilla, lejos de cerrarse, se recrudece. Este sábado la Federación Galega de Cofradías de Pescadores celebró una junta general en la que, tal y como estaba previsto, acordó recurrir la resolución de la Consellería de Mar que profana sus santuarios de percebe al permitir extraer mejilla a los bateeiros.
En un comunicado emitido tras la reunión y firmado por el presidente de la federación, José Antonio Pérez Sieira, las cofradías confirman la luz verde a la interposición de un recurso contra la consellería «contra as resolucións emitidas modificando a orde que establecía a reserva de zonas exclusivas para a explotación do percebe».
Lo harán «á maior brevidade posible», avanzan, aunque sin concretar más. Para lo que sí hay fecha es para sacar a la calle su profundo malestar por la postura de Mar. Lo harán el próximo día 15 de abril, sábado, en Santiago, donde han convocado una concentración en defensa del sector percebeiro bajo el lema «Contra as chapuzas políticas no sector do mar».
Porque «chapuza», además de «atropello» es lo que consideran las cofradías que se ha perpetrado contra los percebeiros desde el departamento que dirige Rosa Quintana. Por ello, cargan contra «á toma de decisións que parecen basearse nos apoios políticos e non na protección dos recursos e na xestión sustentable dos mesmos», para añadir que «a pesca e o marisqueo en Galicia están sometidos á unha regulación e control específicos a través de plans de explotación e o sector esixe que o sector bateeiro esté suficientemente regulado e controlado de igual xeito que o están os percebeiros».
La guerra que enfrenta a ambos sectores pivota sobre la reclamación de los bateeiros de poder realizar la gestión de la cría del mejillón, la mejilla, que está en zonas exclusivas para la explotación del percebe. La Xunta ha abierto algunas de estas áreas a los mejilloneros, que las consideran insuficientes, mientras que el sector del percebe exige lo contrario. Concretamente, la clave está en el artículo 13 del decreto de ordenación de recursos marisqueros de diciembre del 2019, que deja la gestión de la mejilla en manos de las cofradías, cuya derogación reclaman los bateeiros.
Dudas sobre el coste ambiental
El enfrentamiento no ha hecho más que crecer en las últimas semanas, hasta el punto de que unos y otros utilizan como arma para respaldar sus exigencias el peso económico de sus respectivas actividades e incluso el impacto medioambiental de las mismas.
De hecho, el viernes, en víspera de la reunión de la Federación Galega de Cofradías, las siete de la provincia de Pontevedra con sector de percebe, presididas por José Manuel Rosas Otero, emitieron un durísimo comunicado en el que acusan de «vitimismo» a los mejilloneros, al tiempo que apelan «os científicos, a opinión pública e a administración que nos goberna» sobre las «preguntas» que se hace su sector.
Entre ellas, se cuestionan si «o arrase que está sufrindo sistemáticamente» el litoral de las provincias de A Coruña y Pontevedra —menos un «escaso 15 % de zonas ZEP— no podría llegar a considerarse «con un presunto delito ecolóxico», dado que parte de esa costa está en la Red Natura 2000. Reflexionan sobre que no es lo mismo una extracción selectiva de un recurso que una que destruye los hábitats de otras muchas especies.
También manifiestan sus dudas sobre si los bateeiros cumplen con la gestión de los residuos que genera su actividad. Están obligados a depositarlos en tierra, pero cuestionan a la Administración por los perjuicios que podrían ocasionarse al ecosistema marino tras 60 años tirando «de forma indiscriminada miles e miles de toneladas ao mar».
Igualmente se preguntan a costa de qué y de quién se ha producido el fuerte incremento de producción de mejillón en los últimos años, llegando a las 250.000 toneladas y más de 150 millones en ventas.
«Se está a perxudicar gravemente a sustentabilidade e o futuro produtivo das nosas rías e favorecéndose a ruina duns e o enriquecemento doutros», denuncian.