Los partidos que concurren a las elecciones gallegas deberán mostrar un compromiso más claro con la modernización de la pesca como sector estratégico de Galicia. Los mensajes que ponen en circulación en sus programas revelan una clara falta de ambición por volver a convertir la pesca gallega en un factor de desarrollo de las comunidades litorales.
La reducción a la mínima expresión del sector extractivo impuesta por la Unión Europea generó unos apoyos económicos públicos que no están siendo útiles para reconvertir un sector que en vez de estar dando ejemplos de éxito, se desvanece cada día.
Las cuantiosas subvenciones europeas fueron aprovechadas para el desmantelamiento del sector, cuyos mayores beneficiarios incrementaron sus patrimonios particulares, sin atender a su fin principal: potenciar su capacidad de crear empleo y oportunidades para la diversificación y la humanización del trabajo en el sector.
Tampoco se aprovecharon para modernizar estructuralmente un sector que continúa siendo escasamente atractivo para las nuevas generaciones, creando un espejismo de la denominada «falta de relevo generacional», una manera de reconocer que los empleos ofrecidos en el mar no interesan a los jóvenes de nuestro país, pese a que estos mismos llenan unas escuelas marítimo-pesqueras que hoy no son rentables. La Xunta, además de formar profesionales de la navegación, el transporte y de la pesca marítima, debería hacer de puente entre las aulas y los barcos, para que los alumnos tengan facilidad de acceso a poder cumplimentar los períodos de embarque y acceder al título profesional.
Los partidos —por lo menos los que han tenido ocasión de gobernar desde hace años— deberán ser más claros en la defensa de un trabajo marítimo-pesquero más digno y humanizado, así como reforzar la seguridad marítima y la seguridad en el trabajo, tratando de esa forma que el sector se convierta en una alternativa atractiva.
Reflexionar sobre la singularidad del trabajo marítimo, de imposible equiparación con cualquier otra actividad profesional o laboral, debería estimular a los partidos que aspiran a gobernar Galicia para ofrecer una reforma integral y estructural del sector que impida su desaparición total.