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123 fuentes contaminantes en la provincia

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

ACUICULTURA

PACO RODRÍGUEZ

A Coruña asume el 40 % de los focos de CO2 en Galicia; los más potentes emanan de las centrales térmicas, pero vertederos, aguas residuales, ganadería y acuicultura suman más

10 dic 2019 . Actualizado a las 00:25 h.

Pontevedra, con su política de peatonalización y su modelo de sostenibilidad urbana, fue la única ciudad gallega presente en la cumbre del clima que se celebra en Madrid. No está en ese foro auspiciado por la ONU ninguna de las tres ciudades de la provincia de A Coruña. Y es que en gestión ambiental, los 7.950 kilómetros cuadrados que van de Pontecesures a O Barqueiro y de Fisterra a Curtis no tienen mucho de que presumir. Acaparan el 14,4 % de los gases de efecto invernadero en España y asumen el 40 % de las fuentes contaminantes de Galicia. De hecho, el 90 % del CO2 que emana de Galicia se concentra en la provincia de A Coruña; en Lugo se registra otro 9 % y Pontevedra y Ourense se reparten el 1 % restante. El nivel de contaminación de su industria coloca a Galicia en el tercer puesto de las autonomías con más emisiones de gases procedentes de fuentes fijas. En el año 2016, las plantas de fabricación y transformación industriales gallegas llegaron a emitir 14,6 millones de toneladas de CO2, y solo las centrales térmicas de As Pontes y de Meirama sumaron nueve millones de toneladas.

El Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes que publica periódicamente el Ministerio de Transición Ecológica ubica 123 puntos en la provincia de A Coruña, y si bien es cierto que las centrales térmicas son las más nocivas, no son las empresas que generan energía con carbón las únicas culpables de esa situación, ni siquiera las más numerosas. El registro contabiliza seis instalaciones de combustión energética y 16 relacionadas con la producción y la transformación de los metales, pero hay 34 englobadas en la gestión de residuos y de aguas residuales y 25 que se dedican a la ganadería o a la acuicultura intensiva. Frente a las 123 fuentes ubicadas en la provincia de A Coruña, en Pontevedra hay 93; en Lugo, 41 y en Ourense, 60. En Galicia hay 317 de un total de 8.218 en toda España. Cataluña, con 2.067 y Andalucía, con 934, son las comunidades que albergan más fuentes contaminantes, mientras que a la cola se colocan Canarias, con 64, y Asturias, con 109.

¿Hay salidas para ese negro panorama? Sí las hay. Las medidas que se están tomando para reducir las emisiones de CO2 y la contaminación en general están surtiendo efecto. Entre los años 2012 y 2015, en Galicia las emisiones se redujeron un 13,8 %, y el año pasado, bajaron un 11 % en todo el territorio español y un 9 % en el gallego. Tampoco quedan más opciones. Naciones Unidas advirtió hace unos días de que las emisiones de CO2 deben bajar un 7,6 % al año para evitar un aumento de 3,2 grados de temperatura a final de siglo. Y aunque desde el punto de vista laboral e industrial el anunciado cierre de Meirama y As Pontes suponga una crisis industrial sin paliativos, la provincia se desprenderá entonces de sus principales fuentes de emisiones de gases invernadero y dejará de figurar en la lista negra de los informes ambientales.

Además, pese a estos registros, las ciudades coruñesas no figuran entre las más contaminantes en un listado que confecciona la OMS. En general, la calidad de su aire es buena. Las mediciones diarias que se llevan a cabo en diferentes puntos del mapa español y gallego otorgaban recientemente a Riazor una puntuación de 34 y una calificación de ‘bueno’ para su aire, la misma que en el parque Reina Sofía de Ferrol, con 28 puntos, o en el campus universitario de Santiago, con 31. Nada que ver con el aire ‘insalubre’ detectado al sur de Francia o en zonas de Portugal. Es más, Santiago figura entre los destinos turísticos recomendados por su aire saludable.