Flexibilizada la PAC, la pesca persigue ahora que se «desburocratice» su PPC
PESCA Y MARISQUEO
El Gobierno holandés encabeza una ofensiva para reducir cargas en la actividad
20 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A principios de esta semana, el día 13, el Consejo de la UE daba definitivamente luz verde a la flexibilización de la política agraria común (PAC). Es la adopción formal de la respuesta que la Comisión Europea ha dado, en forma de simplificación, reducción de cargas y suavización de condiciones medioambientales, a las movilizaciones que en febrero sacaron a la calle a miles de agricultores europeos, asfixiados por la burocracia y el incremento de costes de una PAC mucho más verde que anteponía la sostenibilidad a la rentabilidad e, incluso, a la viabilidad. Los pescadores los acompañaron —más simbólicamente que amarrando barcos y cogiendo pancartas— porque también padecen ese exceso de burocrática. Tanto o incluso más que los agricultores, no en vano aquella materia está en una cartera que solo lleva su nombre y la pesca está dentro de un portfolio compartido con Medio Ambiente y Océanos y que está en manos de un comisario, el lituano Virginijus Sinkevicius, que en estos cinco años ha empleado más el bolígrafo verde que el azul al escribir sus políticas.
Por eso que aunque la agrícola (PAC) y la pesquera (PPC) son las dos únicas políticas comunes de la UE, poco de común tienen en el trato. Y ni en sueños esperan ver del lituano la reacción que sí tuvo el polaco Janusz Wojciechowski en cuanto vio los tractores a las puertas de la Comisión Europea y bloqueando Bruselas. Sinkevicius solo rebajó tinta al verde al final de su mandato, cuando admitió que quizá habría que reforzar la política pesquera común (PPC). Claro que a esas alturas lo que hizo fue volver verdes a los representantes del sector, pero de ira, pues lleva tiempo exigiendo una revisión de una política que lleva diez años en vigor y a la que le ha pasado por encima un brexit, una pandemia y una guerra, entre otros avatares. Y que, además, no ha surtido efecto. Ahí está que uno de los objetivos de la PPC en el 2013 era reducir la burocracia y costes y, sin embargo, hemos ido en el camino totalmente opuesto.
Carta al comisario
Los movimientos para tratar de desacelerar el Pacto Verde en la política pesquera como ya se ha hecho en el campo ya han empezado. La intentona llega con sello neerlandés, pero lo apoyan bastantes países, según relató Daniel Voces, director general de Europêche, en Burela, en el marco de las últimas Xornadas Técnicas Expomar. Allí reveló que acababan de conocer la carta remitida por el Gobierno holandés al comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca en la que proponen hacer una evaluación de las cargas administrativas a las que está sometido el sector pesquero y hacer el ejercicio de encontrar soluciones y ver cómo se puede simplificar esa burocracia. A imagen y semejanza de lo que se ha hecho en la agricultura, campo en el que se ha retrasado la entrada del cuaderno digital —la pesca hace años que tiene diario electrónico y en el 2030 estará generalizado—, modificado el calendario de incorporación del veterinario de explotación —cuando cada vez se exigen más observadores a bordo de los barcos— y suprimido la obligación del barbecho —mientras que en la pesca es la flota la que se queda en barbecho al proliferar las vedas y áreas protegidas—. ¿El objetivo? «Continuar pescando y seguir teniendo una flota». Voces se hizo eco de la llamada a la reflexión lanzada días atrás por la patronal española Cepesca: decidir si la UE quiere seguir teniendo una flota europea o quiere importar los productos de terceros países. «Es una pregunta que hacemos porque parece que molestamos», dijo. Admitió que es un sector difícil de regular, puede que más que la agricultura, pero la respuesta que llega muchas veces es la más sencilla: «Mazazos, vedas y prohibiciones, porque es lo más fácil y así se sacan los problemas de encima». Y la flota europea es ya una ínfima parte de la mundial.
Por eso, dentro de ese análisis que proponen los Países Bajos, convendría hacer un análisis holístico de todas las políticas, incluida la nueva de Control de Pesca y analizar si se pueden corregir fallos y prepararse para pasar al siguiente reto: el cambio climático.
«Un patrón no puede pasarse 5 horas anotando las especies accesorias que captura»
El exceso burocrático que sacó a la calle a los agricultores lo vienen denunciando desde hace años los pescadores. En la actividad en general y en el día a día particular. Que si notificación previa horas antes de llegar a puerto, que si comunicación diaria de lo que se pesca, dónde se pesca y cuando se pesca, que si caja azul, que si certificado para vender marraxo o tintorera... «Tenemos y más papeles que pescado», se quejaban desde Opeca al Gobierno cántabro.
Y el reglamento de Control, que ya ha entrado en vigor pero solo en parte —puesto que otras de las obligaciones irán exigiéndose de aquí al 2030— amenaza con incrementar esa burocracia hasta límites insospechados. O insostenibles. «Un patrón está para pescar, no puede pasarse cinco horas apuntando en el DEA (diario electrónico de a bordo) las capturas accesorias», expone Daniel Voces. Ocurre que hasta la revisión de la normativa de control únicamente había que apuntar aquellas variedades cuando superaban los 50 kilos. Pero ahora hay que anotar todas, desde el kilo cero. «Las especies objetivo las conoces y no hay problema, pero hay otras que no y es una tarea que hay que hacer a mano, no hay una fórmula de reconocimiento automático, y eso lleva tiempo», expone.
El director de Europêche señala también la complicación que eso reviste para los atuneros, porque «hay especies de túnidos que ni los científicos son capaces de diferenciarlas fácilmente».
Todas esas cargas que complican la actividad y cansan a los profesionales son las que quieren que se revisen con la propuesta del Gobierno holandés. Lo de la obligación de desembarque, por supuesto que también, pero esa será una batalla que librar con otro equipo.