La carrera de Penélope Cruz en Hollywood seguirá ganando enteros con la segunda intervención de la actriz como presentadora de la ceremonia de los Oscar. Ella será la encargada de presentar el premio al mejor vestuario. Pero todos los ojos estarán puestos en otra indumentaria muy distinta a la de las cinco candidatas en esta categoría: los vestidos de las estrellas. La propia Penélope Cruz llevará un vestido de Ralph Lauren, el mismo que el año pasado confeccionó el escote que tantos disgustos le dio durante la ceremonia. Javier Bardem, por su parte, llevará un esmóquin de Giorgio Armani, mientras que su novia lucirá un vestido de la firma favorita de las actrices españolas, Sybilla. Pero la principal atracción de la noche no será otra que Julia Roberts, quien, desde el momento en que descienda de su limusina, tendrá clavados en ella los ojos de medio mundo. No ha querido desvelar cuál ha sido el diseñador ni el modelo elegido para encarnar la viva imagen del éxito, aunque en la pasada edición de los Globos de Oro su elección fue la misma que la de Javier Bardem. Roberts, como Gwyneth Paltrow y Nicole Kidman, son de las pocas que se visten solas y eligen directamente sus vestidos y diseñadores, quizás con la esperanza de que en algún momento se repita un tándem mítico entre moda y cine como el que formaron Audrey Hepburn y Hubert de Givenchy. Otras muchas, en cambio, jamás saldrían de su casa en un día como hoy sin contar con la ayuda de un estilista que les construya íntegramente una imagen a medida, desde el vestido hasta el pelo y los zapatos.