El director y guionista asegura que su nuevo filme «es una película subjetiva, llena de sensaciones y temores» Fernando Trueba ha reconstruido la Barcelona de la infancia de Juan Marsé y el Shanghai de las películas que el escritor catalán veía en el cine de su barrio y que le transportaban al mundo de la fantasía. El resultado ha quedado plasmado en su undécimo trabajo, «El embrujo de Shanghai», un melodrama que combina el color y el blanco y negro y al que el cineasta y guionista madrileño, ganador de un Oscar por «Belle époque» ha dedicado dos años de su vida. La cinta, que está a punto de presentarse ante el público, está protagonizada por Ariadna Gil, Jorge Sanz, Eduard Fernández, Fernando Fernán Gómez y Antonio Resines.
02 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.El embrujo de Shanghai es una cinta de factura artesanal y Trueba la ha rodado como las películas de antes, utilizando recursos del cine clásico. La película, que habla «de la necesidad de la imaginación, de la ficción, para poder soportar la realidad», se estrena el próximo 12 de abril. Trueba viaja a la Barcelona de 1948, al Barrio de Gracia, y al Shanghai de ese mismo año, reconstruido en el matadero de Legazpi de Madrid y el puerto de la Ciudad Condal. Éste es el escenario para una historia vista a través de los ojos de un niño, Dani (Fernando Tielve). «Al ser una historia en primera persona es subjetiva; está llena de imaginación, sospechas, temores y sensaciones. Son muchas historias dentro de una. Como le pasa a Juan Marsé en la novela, no sé contar de qué va, porque trata de muchas cosas», reconoce el realizador de Belle Epoque. Un niño que siente la ausencia de su padre y que se enamora de la chica más guapa de Barcelina, Susana (Aida Folch), una Lolita tuberculosa; una mujer hermosa y generosa, Anita (Ariadna Gil); un experto en falsificaciones (Eduard Fernández); un viejo mochales (Fernando Fernán Gómez); el padre ausente de Susana (Antonio Resines); y un perdedor que hace que todo estalle en pedazos (Jorge Sanz), son los personajes de la nueva aventura de Trueba. «Son personajes que están solos y desamparados que recomponen una ficción de familia que les permite vivir algunos momentos felices», precisa.