George Harrison, el beatle místico, sabía también ser cáustico. Cuando le preguntaron por Oasis (a mediados de los noventa, en plena gloria del grupo), fue demoledor: «No los soporto, en especial al hermano tonto». George se refería a Liam Gallagher, el cantante, un broncas profesional que es personaje fijo en los tabloides británicos. Pero no todos los Beatles fueron tan ácidos con los Gallagher. El melodioso McCartney alabó el genio compositor de Noel. Sin duda, sir Paul colmó de dicha al líder de la banda, un talento natural salido del no future del Manchester proletario. Oasis (o Noel, que es el que piensa) han bebido a chorros de The Beatles y en sus dos primeros discos firmaron enormes himnos pop. Pero el dinero (y las narices empolvadas) secaron el grifo. ¿Le quedan canciones a Noel Gallagher? La respuesta ya está aquí, con la reválida del quinto disco (¿vamos al top-manta o se merecerán que acudamos a una tienda?).