El tándem Ford-Neeson se pone al mando de la cartelera con «K-19»

Miguel Anxo Fernández A CORUÑA

TELEVISIÓN

La semana ofrece novedades en todos los géneros, desde drama a thriller psicológico El filme bélico tratará de desbancar a «Hombres de negro II» de la lista de las más vistas

12 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Harrison Ford, Sandra Bullock, Elizabeth Hurley, Ben Affleck o Maribel Verdú, son algunos de los nombres que nutren los carteles de los siete estrenos que desde hoy se someten el juicio del público en las pantallas gallegas. De todas ellas, las catorce copias de K-19 confirman su condición de espectáculo dispuesto a competir por el liderazgo de taquilla que ahora mismo encabezan Hombres de negro II y Camino sin retorno . Realizada por Kathryn Bigelow, especialista en cine de acción y ex-esposa de James Cameron, recrea un incidente real que en 1961 tuvo como protagonista al sofisticado submarino soviético K-19 y que puso al mundo al límite de una guerra nuclear cuando se agrietó uno de sus reactores en plena inmersión. Con el fin de demostrar su poderío, las autoridades encomiendan el mando de la nave, todavía en fase experimental, a un veterano comandante, el ambicioso capitán Vostrikov (Harrison Ford) que hace caso omiso de los oficiales a su mando hasta provocar varios muertos con el fin de evitar una catástrofe. Coprotagonizada por Liam Neeson , el reparto se completa con Peter Sasgaard y Joss Ackland. El fantasma del «Kursk» A este submarino se le conoce como hacedor de viudas y lo sucedido recientemente con el Kursk recuperó su memoria ante los productores de Hollywood, que emplearon cien millones de euros para sacar adelante el proyecto. Curiosamente, el rendimiento comercial de la película en Norteamérica no fue el esperado para un filme de Harrison Ford (apenas 40 millones de euros recaudados), pero se espera que su buena crítica favorezca su carrera internacional. K-19 se rodó entre febrero y junio de 2001 en exteriores de Moscú, Islandia y en numerosas localizaciones de Canadá. Entre las anécdotas de producción destaca la reconstrucción del exterior e interior del submarino a partir de fotografías del K-19 , así como la inclusión de numerosos elementos reales extraídos de una nave en desguace comprada para ese fin. Destaca también el dato de que el vestuario se reconstruyó con telas de idéntico peso y textura a las de la época.