El cineasta español Álex de la Iglesia, cuyo última película, 800 Balas , se estrena el viernes en las pantallas españolas, afirmó ayer que en uno de los personajes principales de la película muestra al niño que le hubiera gustado ser. 800 Balas , una «versión libre de La isla del tesoro », según la calificó su director, narra la forma en la que la llegada de un niño cambia la vida de los habitantes de un pueblo español en el que antaño se rodaban western . Los antiguos especialistas, «grandes héroes desconocidos en el cine», se dedican a recrear escenas para los pocos turistas que se acercan al lugar. El filme, presentado recientemente en el Festival de Cine de Sitges, se convierte así en un homenaje a los western rodados en el desierto de Almería y a los especialistas que trabajaron en ellos. «Hay un momento de la historia en el que Almería es tan importante como Hollywood», explicó el cineasta, que reivindicó que en el desierto almeriense se rodaron El bueno, el feo y el malo, Los siete magníficos y Lawrence de Arabia , entre otras. Mundo imaginario «La película habla de que hay la posibilidad de ser feliz creando un mundo imaginario, separándose de la realidad -explicó- pero eso cuesta un precio, porque el pasado siempre pide cuentas». Lo mejor de su sexto filme, dijo, son las actuaciones de los actores, sobre todo las de Sancho Gracia y Carmen Maura, veterana estrella de la que el cineasta afirmó que «con su presencia llena la pantalla». Sobre su trayectora profesional, el director de Acción mutante (1992), El día de la bestia (1995) y la más reciente La comunidad indicó que, a pesar de sus éxitos, todavía está «aprendiendo, ensayando y jugando». «El juego -sentenció Álex de la Iglesia- es importante para tomarse las cosas con alegría, y si yo no me divierto, el público no lo hará».