El actor Alfredo Landa, uno de los protagonistas de La luz prodigiosa, de Miguel Hermoso, se mostró ayer satisfecho con su interpretación en la película, que se preestrenó ayer en Granada, y dijo que el papel que encarna en la obra le ha supuesto «una especie de renacer» como actor y situó su interpretación entre las tres mejores de su carrera. El guión de esta película juega con la hipótesis de que Federico García Lorca no muriera fusilado, y en ella Alfredo Landa, que da vida a Joaquín, «un hombre bueno». «Yo digo que soy un privilegiado, porque con los años te llegan menos ofertas, es lógico, es ley de vida, y que a mi edad me surgiera La luz prodigiosa es como un milagro», reflexionó Landa, que añadió: «Creo que lo he sabido aprovechar, le he puesto todo mi entusiasmo». Agradeció «la ayuda inestimable» de Miguel Hermoso para «meterle mano al papel de Joaquín», que era «muy difícil», porque es «un hombre bueno que evoluciona para ser todavía más bueno». Al ser preguntado por las anécdotas del rodaje, Landa aseguró que, en una de las jornadas de trabajo, una marquesa envió a su ama de llaves con un gazpacho en bandeja de plata para mostrarle con esa vianda su admiración y dijo que se lo tomó entero, «aunque no me gusta», en agradecimiento. El actor se mostró confiado en que la película de Miguel Hermoso será «un hito en el cine español». Al respecto subrayó que «una de las cosas malas» del cine español es que no se cuentan historias y sólo hay «sexo, violencia, poder». Por ello, dijo, «cuando se cuentan historias hay éxito». En el caso de La luz prodigiosa , dijo, se trata de «una historia preciosa llena de amor». «Y los espectadores la van a recibir con amor y vamos a tener un gran éxito», añadió.