Para comprender la impecable trayectoria de Juan Montes (Lugo, 1840-1899) bastaría con decir que fue el compositor de una partitura inmortal como Negra Sombra , que ha trascendido décadas y, quizá, es la canción más popular de la historia sonora gallega. Considerado como el mejor creador clásico del país, Juan Montes comenzó sus estudios musicales cuando entra en el Seminario Conciliar de Lugo, en donde cursó estudios eclesiásticos (cuatro años de Latinidad y Humanidad, dos de Filosofía y cinco de Teología) que finalizó con las máximas calificaciones, y que compaginó con unas breves lecciones de música en la cátedra de Solfeo del seminario. La supresión de las clases musicales obligan a Montes a convertirse en un autodidacta que, con la ayuda de su guitarra, compone desde su adolescencia villancicos, himnos, plegarias e incluso una obra de duración considerable como Las siete palabras de Cristo en la Cruz . Trabajador incansable Tras finalizar sus estudios eclesiásticos, Montes comienza una labor febril e incansable, tanto en la creación de música como en la creación de formaciones como el Orfeón Gallego o la reorganización de la Banda Municipal de Lugo. La vida profesional de Montes está llena de premios conseguidos en certámenes de Vigo, A Coruña, León, Pontevedra, Santander, Bilbao o La Habana (ese galardón lo consigue con la balada Negra Sombra ). Labor de folclorista Además de su fecundísima obra, Juan Montes también recogió cantos tradicionales en colaboración con especialistas como Casto Sampedro o Felipe Pedrell, aparecidos en obras clásicas del género como Cancionero Musical de Galicia y Cancionero Musical Popular Español . En los últimos años de su vida, Montes todavía tuvo tiempo para montar el Schola Cantorum del seminario de Lugo, una última prueba de un hombre que brilló a la altura de los grandes músicos de su época a pesar de las dificultades que encontró para formarse.