La muerte de Robert Stack, anunciada ayer, ha acabado con una de las figuras más conocidas de la pequeña pantalla, en la que quedó ligado para siempre al papel del heroico jefe policial Elliott Ness en la serie Los intocables . Su esposa encontró ayer en su casa de Los Ángeles el cadáver del actor, de 84 años, quien había sufrido un fallo cardiaco. Según la viuda, Stack se encontraba perfectamente, si bien un tratamiento reciente contra un cáncer de próstata le había debilitado. La carrera de este actor fue tan prolífica en cine como en televisión, pero su rostro estará siempre vinculado a Los intocables , serie que dirigió Brian de Palma en 1987.