
Aseguran que los celtas no eran una raza, sino ramas de varios pueblos con características físicas distintas Ortigueira acogió un encuentro que analizó la cuestión desde varios aspectos.
05 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Entre los que creen que en Galicia jamás hubo celtas y los que aseguran que «todo es celta» se encuentran los investigadores que tratan de situar el fenómeno en su justa dimensión. Ese es el razonamiento del catedrático de Filología de la UNED Ramón Sainero. Un grupo de estos estudiosos se reunió la semana pasada en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que se celebró en Ortigueira y desmontó algunas de las creencias habituales sobre el celtismo, como que los celtas eran rubios y de ojos claros. Ramón Sainero, director de dicho curso, explicó que en Austria se han encontrado en algunos castros restos humanos y «se ve que ninguno de ellos era rubio y de ojos azules como se dice que eran los celtas». Expansión por Europa También indicó que los celtas no eran una raza que se expandió desde el centro de Europa, sino distintas ramas de pueblos con características físicas diferentes, pero con una cultura y una lengua de base común. En este sentido, abundó en el hecho histórico de que algunos celtas llegados al Mediterráneo desde el mar Negro, se introducían en la península Ibérica, hasta alcanzar el norte y el occidente. Esa expansión aparece recogida en manuscritos irlandeses como el Libro de las invasiones en el que se cita la fundación de Brigantia y el posterior paso hasta Irlanda. Fernando Alonso, catedrático de la Universidade de Santiago y experto en etnología celta, expuso en Ortigueira la existencia de un culto a los animales en los países célticos, así como la veneración a fuentes santas, al agua, fuego, rocas o plantas, unas tradiciones que han llegado hasta la actualidad. Este curso fue uno de los primeros en los que el celtismo fue analizado en su conjunto, según sus organizadores.