Susan Sontag denuncia en la feria de Fráncfort el «programa imperial» de Bush
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Los libreros alemanes le concedieron su prestigioso Premio de la Paz La ausencia del embajador norteamericano fue destacada por la intelectual
12 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Los libreros alemanes concedieron el premio de la paz, que entregan cada año en Fráncfort, a Susan Sontag, enfant terrible de la literatura americana, por ser una escritora que no teme decir las verdades que molestan y por ser también una «embajadora intelectual» entre Europa y Estados Unidos. Ayer, la escritora, de 70 años, hizo honor a su fama y recibió como premio una gran ovación cuando criticó sin piedad lo que bautizó como el «programa imperial» del presidente de Estrados Unidos, George W. Bush y la ausencia del embajador de su país en Berlín, Daniel Coates, en la magna ceremonia de entrega al premio. «Sólo puedo lamentar la deliberada ausencia del embajador americano, porque esto muestra que él está más interesado en reafirmar la posición ideológica y la reacción rencorosa de la administración Bush, que en cumplir con su deber diplomático normal», afirmó la escritora. La ceremonia en Fráncfort era esperada con expectación a causa de la fama que arrastra la escritora, una mujer que no ahorró adjetivos negativos para criticar la reacción de su Gobierno después del ataque a las torres gemelas y para condenar la invasión militar en Irak. El discurso de Susan Sontag no defraudó a nadie. Después de criticar la ausencia de su embajador, la escritora condenó la odiosa división que inventó el secretario de Defensa de su país, Donald Rumsfeld, cuando hablo de la vieja y la nueva Europa, para referirse a los países que condenaron y apoyaron la invasión militar en Irak, una separación artificial y peligrosa, según la escritora. «Ellos» y «nosotros» «Mi país sólo piensa en un mundo polarizado, en ellos y nosotros , una tendencia que favorece las tendencias imperiales de la política americana», insistió la escritora. «Los americanos se han acostumbrado a ver el mundo como un país repleto de enemigos». Sontag expresó severas críticas contra Bush, por romper con la tradición de consultar con sus aliados en los momentos de crisis internacionales, a pesar de que el país estaba condenado a buscar el diálogo. «La predominancia de América es un hecho, pero la actual Administración ha comenzado a entender que no puede hacer todo por sí sola».