
El archivero del monasterio ofreció una charla sobre los diferentes destinos del documento El palacio municipal acoge una exposición de códices, mapas y manuscritos
15 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.El Beato de Silos es historia religiosa pero también parte protagonista de una trayectoria geográfica que Miguel Vivancos, archivero del monasterio que da nombre al documento, relató ayer con la sabiduría y la pasión de alguien que vive en el lugar en el que se elaboró. Él lo tuvo en sus manos, en la biblioteca de Londres, y casi lo reivindica como propiedad. Todo esto, de alguna forma, resume la filosofía de la muestra que, desde la sala de exposiciones del palacio de María Pita, acoge una amplia representación de los trabajos realizados en códices, mapas o manuscritos. La historia se ve reflejada desde cualquier vértice. Si ayer le tocó el turno al mito que constituye el Beato de Silos, el próximo 22 de octubre, el archivero de la catedral de Toledo, Ramón Gonzálvez, hablará de Una biblia para un Rey . Todo lo que se puede ver en el edificio sede del Ayuntamiento de A Coruña es la representación de libros únicos, muchos de los cuáles no sería posible conocer sino fuera por el trabajo realizado por las editoriales de facsímiles o copias que, tal y como afirmó Vivancos, es necesario ver con diferentes ópticas para comprobar que se trata de una imitación. Son los casioriginales que presenta M. Moleiro Editor. Manuel Moleiro, presidente de la empresa, se encargó de introducir una iniciativa que sirve de documentación histórica y de explicación de cómo era interpretada en otros siglos. Francisco Vázquez, alcalde de A Coruña, también estuvo presente en la charla sobre el Beato de Silos. La historia del texto es la de un continuo cambio de destinos. El género del apocalipsis sirve como forma de revelación y, que tal y como explicó el archivero del monasterio burgalés, permitía eludir la censura y ofrecer mensajes de salvación para confortar a los cristianos en momentos de persecución. El documento histórico surge cuando la escuela de copistas ya se encuentra consolidada. Pero, tras su inicio, se dan veinte años de interrupción en la elaboración de un trabajo que no debería de prolongarse más de ocho meses. Aquí surge uno de los misterios acerca de qué ocurrió, «qué crisis tuvo que haber para que se paralizara», según afirmó Vivancos. A finales del siglo XV, el beato sale del monasterio y se ubica en la biblioteca del cardenal Antonio de Aragón. Pasa por Salamanca y es trasladado, debido a los avatares históricos, hasta Madrid. Pero le queda un capítulo más que es el de ser vendido por José Bonaparte, lo que le lleva hasta Inglaterra. Allí es donde Miguel Vivancos lo ha visto y tocado para poder creer a ciencia cierta que es propiedad del monasterrio.