A pesar de sus 82 años y frecuentes achaques, Fernando Fernán-Gómez despliega una actividad frenética. Si la semana pasada estaba presentando su última novela ( El tiempo de los trenes), este domingo estrena en el teatro María Guerrero de Madrid Morir cuerdo y vivir loco, una obra basada en El Quijote . «Lo más difícil a la hora de adaptar El Quijote no es elegir los textos, sino prescindir de muchos de ellos», subrayó el escritor y académico de la Lengua. Para Fernán-Gómez los «peores tragos» que ha tenido que pasar como director han sido el trato con los actores. «El actor suele ser una persona susceptible a las críticas y hay que tener un extremado cuidado con él; sin embargo, he de decir que en esta ocasión apenas he tenido que hacer correcciones a la cuadrilla», dijo.