Un estudio de la Universidad de California propone que las películas en las que se fuma reciban la calificación de no aptas para menores, igual que la violencia o los tacos
13 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.La violencia, el sexo y los tacos son los parámetros principales que marcan las restricciones de edad en el público potencial en una película. El tabaco también podría añadirse a esta lista, si prosperase la propuesta de Stanton Glantz, un profesor de la Universidad de California que acaba de presentar un estudio sobre el cine y los cigarrillos. Glantz y su equipo estudiaron 775 películas norteamericanas filmadas en los últimos cinco años: se encontraron con que en el 80% de las películas toleradas para mayores de 13 años se fumaba, así como en el 50% de las calificadas para todos los públicos. A la luz de estos datos, Glantz ha pedido que el tabaco reciba el mismo tratamiento cinematográfico que los tacos, es decir, que sea considerado como un elemento para adultos y que se desaconseje a menores las películas en las que alguien fuma. En la lista de Glantz figuran títulos tan populares como Seabiscuit o Chicago . Lenguaje ofensivo «No decimos que no se deba fumar en esas películas», declaró el profesor, según la BBC. «Simplemente pedimos que Hollywood trate de la misma forma el tabaco y el lenguaje ofensivo», continuó. El objetivo de Glantz es que la combinación de cine y cigarros obtenga en Estados Unidos la calificación R. ¿Para que se vea lo menos posible a los actores fumando? Sí, pero Glantz va más allá. Su razonamiento: como las películas R recaudan menos dinero, al estar vedadas al público adolescente, los productores caerán en la cuenta de que el tabaco en sus filmes les perjudica el bolsillo y así dejarán de rodar escenas con tabaco «innecesarias». Ahora bien, ¿qué es «innecesario para Glantz? El profesor anunció que no tratarían de apagar los cigarros de personajes históricos conocidos por su afición al tabaco. «Por ejemplo, si quisieran rodar una película sobre Winston Churchill, podrían mostrarlo con un puro sin necesidad de la calificación R», explicó. Claro que el propio Glantz ya admite que estos casos son escasos. El informe de la Universidad de California ya ha sido contestado por la industria del cine. Un portavoz de Sony: «Somos conscientes de los daños que causa el tabaco y no lo promocionamos en nuestros filmes. Pero no podemos respaldar medidas que promuevan la censura y las restricciones de la libertad creativa». Del mismo modo se pronunció la MPAA, el organismo que representa a los estudios y decide las calificaciones por edad: «Nuestro negocio no es la publicidad. Creamos historias y son sus responsables los que deciden sobre ellas». La Asociación Americana del Pulmón ha creado una web en la que califican las películas en función del tabaco que sale en ellas. Acaban de incluir la versión de Mel Gibson de la Pasión de Cristo. Y en ella no se fuma, certifican.