Francisco García Tortosa explica hoy en Neda cómo afrontar la lectura del célebre libro La traducción al español de la novela llevó a este experto tanto tiempo como la redacción original
23 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.«Todos tenemos algo de Don Quijote, algo de Sancho y algo de Hamlet. Y también de Leopoldo Bloom». Para Francisco García Tortosa, considerado el mayor especialista español en la obra de James Joyce, el protagonista de Ulises tiene un sitio en la lista de personajes eternos de la literatura. García Tortosa llegó ayer a Galicia para tomar parte en las jornadas literarias de Neda, que este año están dedicadas al insigne autor irlandés. Y al repasar la novela a cuyo estudio ha dedicado un cuarto de siglo, le sale sobre todo una palabra: «Universal». «Ulises es universal porque, hablando de una ciudad en un día determinado, está hablando de todas las ciudades. Todos nos identificamos un poco con Leopoldo Bloom. Y creo que las mujeres se identifican con Molly Bloom, aunque sea un poco casquivana», explica con sorna García Tortosa. Las traducciones El especialista, profesor en la Universidad de Sevilla, tardó siete años en traducir al castellano Ulises. «Los mismos que Joyce en escribirla», puntualiza, antes de explicar que el mayor problema con el que se encontró al abordar tan colosal tarea fue de carácter puramente lingüístico: «Hay muchos niveles en el lenguaje de Ulises. A veces es solemne; otras, coloquial. Y cuando es coloquial, es muy local. ¿Cómo traduce uno la conversación de unos parroquianos en una taberna de Dublín?», se pregunta. En este punto, destaca el valor de la traducción de Otero Pedrayo, que llevó al gallego varios fragmentos de la novela en la revista Nós, en 1926. «Para ser la primera vez que se traducía a una lengua ibérica, tiene un gran mérito», reconoce. García Tortosa señala también que, pese a la popularidad de la obra, muchos de los lectores abandonan o no consiguen entenderla por completo. «Es una de las contradicciones del arte actual: Picasso es muy conocido, pero pocos lo entienden». El traductor concluye con una anécdota: «En una conferencia reciente en Dublín, comenté que Neda, un pueblecito de Galicia, iba a dedicar dos días a hablar de Joyce. Se quedaron sorprendidísimos, y al final casi todas las preguntas eran sobre Neda. Desgraciadamente, poco podía decirles yo».