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El CGAI estrena la restauración de la película «Un perro andaluz»

Camilo Franco REDACCIÓN

TELEVISIÓN

La cinta recupera el acompañamiento musical con discos de la obra de Buñuel y Dalí Los trabajos en el filme han incrementado su duración de 17 a 22 minutos

21 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

?l Centro Galego das Artes da Imaxe, en A Coruña, presentará mañana la copia restaurada de uno de los más famosos cortometrajes de la historia del cine: Un perro andaluz , realizado por Luis Buñuel y Salvador Dalí en 1929. El estreno que ofrecerá el CGAI como remate de su ciclo Cero en Conducta tiene un carácter especial por cuanto la restauración de esta película la acerca en calidad, duración y banda sonora al original realizado por los dos artistas poco antes de los años treinta, al tiempo que deshace algunos de los errores que las distintas recuperaciones de la cinta han provocado. Dos de los aspectos novedosos de la proyección que se podrá ver en el CGAI son la recuperada banda sonora y la mayor duración de la película. Ambas novedades resultan de utilizar el modelo original. Según Ferrán Alberich, restaurador de la película, uno de los errores frecuentes en las copias de Un perro andaluz es el cambio de velocidad de proyección. Según Alberich, la película de Buñuel y Dalí fue rodada como una muda, es decir, con 18 fotogramas por segundo. Pero sus copias eran proyectadas como sonoras, con 24 fotogramas por segundo. Al recuperar la velocidad original, la duración pasa de 17 a 22 minutos. El otro error que esta restauración recompone es el acompañamiento musical de la cinta. Según Alberich, «se pensó siempre que la película no tenía banda sonora y por eso se compusieron músicas para ella con posterioridad al estreno». Lo cierto, según Alberich, es que para el estreno parisino de la cinta, Buñuel y Dalí prepararon un acompañamiento musical con discos que ha sido recuperado para esta restauración y que será el que se escuche en el pase del CGAI. En el mismo estreno, se podrá ver la versión anterior, para comprobar las diferencias. Añade Alberich que hay que destacar la calidad con que fue rodada la película. «En las copias que circulan, la cinta parece un manchón, pero cuando se sigue las dos copias originales existentes, la de Giménez Caballero y la del MOMA, se puede apreciar la calidad de la cinta». La restauración de esta película se hecho mediante copia directa fotograma por fotograma lo que descubre, según el restaurador, «la calidad de las imágenes y los juegos de grises». Buscando hormigas ?uis Buñuel y Salvador Dalí tuvieron problemas para conseguir las hormigas que aparecen en la película y que responden a la peculiar iconografía del pintor catalán. Buñuel quería hormigas españolas porque, al parecer, las francesas no tenían ni idea de cómo era el cine. Lo cuenta Miguel Anxo Fernández en uno de sus libros sobre el cineasta celanovés Carlos Velo, publicado por A Nosa Terra. En As imaxes de Carlos Velo se recoge esta pequeña odisea de las hormigas de Un perro andaluz . Según cuenta el crítico de cine, Buñuel reclamó al Museo Nacional de Ciencias hormigas españolas «porque as francesas son parvas». El encargo llegó hasta Carlos Velo que comenzó una pequeña aventura hasta conseguir un hormiguero del que expatriar a unos cientos de hormigas. Las encontró en la Sierra del Guadarrama. Velo tuvo que inventar un sistema de embalaje para que las hormigas pudieran viajar de Madrid a París y llegaran con la energía suficiente para ponerse a rodar una película. Velo ideó un saco en el que, además de las hormigas, metió hojas de pinos para que pudieran llegar en adecuadas condiciones.